La cabalgata de Zamora ha tenido un gran recibimiento por parte de los miles de zamoranos que han salido a las calles para disfrutar de la comitiva. Un recorrido que se ha saldado sin incidentes salvo los problemas del Rey Gaspar con su camello. Desde el inicio de la cabalgata el animal se ha mostrado reticente con el rey que le habían asignado.
Una salvedad que no ha provocado incidentes a lamentar con el público, pero que sí ha sufrido el propio Gaspar que se mostró aliviado al tocar tierra firme de nuevo en la Plaza Mayor. Los encargados de los camellos del recorrido han estado en todo momento tratando de calmar al animal antes sus incesantes movimientos bruscos.
Un anecdótico hecho que ha provocado que el Rey Gaspar llegase al final de la cabalgata casi mareado ya que el animal se empeñaba en dar vueltas sobre sí mismo. En el último momento, a la hora de bajarse del camello, este ha seguido mostrándose autoritario con el pobre Gaspar.
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