Izquierda Unida ha celebrado este lunes en Zamora un acto con motivo del aniversario de la proclamación de la Segunda República. Frente al monolito erigido en homenaje a quienes lucharon por los valores republicanos, la formación ha reivindicado el legado de aquella etapa histórica como guía para una transformación profunda del Estado.
El acto conmemorativo ha contado con la presencia de efectivos de la Policía Local y de los bomebros de Zamora que han aprovechado la coyuntura para manifestarse en el lugar buscando, una vez más, ser escuchados por el Ayuntamiento tras la manifestación matinal.
Durante la intervención, se ha procedido a la lectura de un manifiesto por parte de Miguel Ángel Viñas quien ha destacado que la Segunda República supuso el intento más importante del siglo XX por cambiar la sociedad desde la izquierda, impulsando reformas políticas, educativas, económicas, agrarias, militares y civiles en muy poco tiempo. “Sacaron de la traza a este país”, han remarcado, recordando avances como el voto femenino, el divorcio, los convenios colectivos o la llegada de la educación pública a los pueblos.
En el acto se ha subrayado que la República apostaba por el desarrollo del pueblo y de la nación a través de la educación y la cultura. Frente a esa idea de progreso, han lamentado que en etapas posteriores se destruyeran recursos necesarios para los servicios públicos y las necesidades sociales en favor del beneficio privado o industrial.
El monolito que preside este espacio ha sido presentado como un símbolo humilde pero lleno de fuerza, extraído del esfuerzo de la tierra y representativo de campesinos, maestros, poetas, músicos, madres, padres e hijos e hijas “del sudor por su propio destino”. Una piedra que recuerda a quienes lucharon y murieron, a quienes fueron perseguidos, a quienes aún no tienen un lugar donde recordar sus vidas y su entrega por una sociedad más justa. “Esta humildad de piedra es el recuerdo que hoy nos hace ser, defendiendo y luchando por un mundo mejor”, han afirmado.
Izquierda Unida ha defendido que la trascendencia de la Segunda República y sus gentes obliga no solo a su conmemoración anual, sino a mantener vivos sus valores de igualdad, democracia, solidaridad y paz como referente de futuro. Por ello, han apostado por un proceso constituyente que desemboque en una Tercera República, con una constitución laica y popular, y un estado republicano y federal.
Esa nueva constitución, según han defendido, debería garantizar la educación y sanidad pública, gratuita y de calidad; el derecho a una vivienda y a un trabajo o, en su defecto, a un sustento digno; y el acceso real al poder público mediante democracia directa, representación renovable y un sistema electoral que respete el principio de una persona, un voto. Todo ello, con el objetivo de construir una república democrática y solidaria, un régimen de libertad y justicia, donde el poder político, social y económico pertenezca verdaderamente al pueblo.
La jornada ha concluido con un llamamiento a seguir avanzando en este camino, reafirmando su compromiso con la república como proyecto de futuro. “Vamos a hacer del futuro un canto a la esperanza. Vamos a luchar. Viva la República”, han proclamado.
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