Los abrazos se acumulaban para el gigante oso de peluche que andaba por la calle Santa Clara. Todos los niños y niñas querían recibir un abrazo de él, y su cariño se reflejaba en esa acción tan bonita. Fue el preludio de lo que estaba por venir. Cuatro grupos de la Escuela de Baile Escena desplegaron sus mejores pasos al ritmo de melodías de Ana Mena y de Chloe de la Rosa, la representante de España en Eurojunior. Los saludos y los abrazos se fueron sucediendo, mientras que la música no paraba de sonar. Todos querían bailar y seguir los pasos de los bailarines. Primero fue el turno del grupo de los mayores. Una americana brillante y ropa de color negro fueron el atuendo perfecto para contagiar los pasos que habían aprendido durante meses.
Luego se dio paso a los otros tres grupos de menor edad.. Todos se movían al unísono, como si llevaran años aprendiendo los pasos. Pequeños, medianos y grandes desplegaron su repertorio de baile. Los más pequeños se atrevieron a seguir la coreografía. También mariposas con brillantes luces de colores, hadas, elfos...
El recorrido comenzó en la Bajada de San Pablo, continuó por Cortinas de San Miguel y Santa Clara, y finalizó en la Plaza Mayor. Allí, en la céntrica plaza, los más de 500 bailarines, junto a las hadas, osos de peluche y demás personajes navideños, pusieron el broche de oro a una jornada gélida con una coreografía final bajo la atenta mirada de miles de zamoranos que se rindieron ante la actuación. "Aún no se ha celebrado la Cabalgata de Reyes, pero tal comitiva es digna de aplauso. Mover el cuerpo siempre es bueno para combatir las gélidas temperaturas. Zamora baila, y mucho, en Navidad.
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