El frío ha llegado tarde este año, pero el invierno se siente ya en gran parte de nuestro país en forma de temporales de nieve, lluvia y vientos fuertes. Una de las consecuencias serias de las condiciones climatológicas adversas es el aumento de los accidentes de tráfico, porque los neumáticos estándar pierden adherencia. En estas circunstancias, los neumáticos de invierno son la opción más segura para circular por las carreteras en estos meses. Además, permiten que el conductor se pueda olvidar de las cadenas sobre nieve.
José Luis Rodríguez, director de la Comisión de Fabricantes de Neumáticos, que agrupa a Bridgestone, Continental, Goodyear, Michelin y Pirelli, destaca la importancia de que “todos los actores relevantes en el ámbito de la seguridad vial, desde organismos oficiales a instituciones y medios de comunicación, colaboremos en la concienciación social de la importancia del uso de los neumáticos de invierno para mejorar el comportamiento del vehículo en estas fechas”.
La normativa internacional (Reglamento n. o 117 de la Comisión Económica de las Naciones Unidas) define los neumáticos de invierno como aquellos que han superado un test de comportamiento en nieve. Países como Alemania y Francia ya han incorporado a su reglamentación que solo aquellos marcados con el pictograma 3PMSF –montaña de 3 picos con copo de nieve- tengan esa consideración legal, algo en lo que también se está trabajando en España. Entre sus ventajas, destaca:
Más eficaces con temperaturas inferiores a los 7oC. Gracias a los compuestos con los que están fabricados y al diseño de su banda de rodadura, los neumáticos de invierno superan la eficacia de los neumáticos estándar cuando la temperatura es inferior a 7oC. Es decir, no hace falta que nieve, para poder usarlos y hacer más segura la conducción.
Mejor capacidad de tracción, adherencia y frenada cuando hay lluvia, nieve o hielo. Por sus características, los neumáticos de invierno ofrecen mejor capacidad para iniciar el movimiento de un vehículo (tracción), mantener la trayectoria (adherencia) o detener el movimiento (frenada) que un neumático estándar, no solo con asfalto seco y temperaturas bajas, también cuando la carretera está húmeda, cuando llueve, o cuando hay nieve o hielo.
Mayor cantidad de laminillas, responsables de conseguir la adherencia óptima con el firme mojado, helado o nevado. Las laminillas son pequeñas ranuras en la superficie de goma del neumático que mejoran la tracción en superficies mojadas o heladas. Y el neumático de invierno tiene una cantidad de laminillas entre 6 y 8 veces superior que el estándar.
Banda de rodadura: el dibujo de la banda de rodamiento en el neumático de invierno es más recortado y profundo, para garantizar la máxima capacidad de evacuación de agua. Compuesto de goma más blando y flexible: en un neumático estándar el compuesto de goma se endurece por debajo de los 7oC y pierde sus propiedades. Los neumáticos de invierno utilizan un compuesto más blando y flexible, gracias a un mayor contenido de sílice.
Permiten prescindir de las cadenas. Los neumáticos de invierno garantizan la movilidad y la seguridad durante toda la temporada invernal, sin los inconvenientes del montaje y desmontaje de las cadenas.
‘Guarderías’ del neumático. Si guardar los neumáticos de invierno cuando acabe la temporada de frío te parece uno de los hándicaps para no hacerte con ellos, tienes que saber que muchos talleres ofrecen servicios de ‘guardería del neumático’, como solución a los problemas de almacenamiento.
Una actitud previsora con el vehículo -en especial con los neumáticos- y con la ruta que se va a seguir y una conducción adecuada juegan un papel fundamental en la seguridad en carretera.
Las ventajas del neumático de invierno para conducir durante el temporal
La Comisión de Fabricantes de Neumáticos fomenta las buenas prácticas de conducción para aumentar la seguridad en las carreteras durante esta época del año y recuerda que los neumáticos de invierno permiten prescindir de las cadenas.
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