El pasado mes de marzo el concejal de Seguridad Ciudadana, Antidio Fagúndez, hacía pública la prohibición del botellón en San Martín la noche del Jueves Santo. Una decisión tomada, tal y como aseguró el propio concejal, para garantizar la seguridad de la ciudadanía por los posibles desprendimientos registrados en la muralla en la zona de la calle de la Vega y entendiendo que existía riesgo en el resto del perímetro del baluarte.
El mismo día que se anunció la prohibición, Antidio Fagúndez mantuvo una reunión con representantes de colectivos juveniles asegurando estar buscando una alternativa. Entre esas alternativas, la opción de trasladar el botellón a la Ciudad Deportiva es la que suena con más fuerza.
Esta novedad de trasladar el botellón de la madrugada del Viernes Santo a una nueva ubicación no ha sido bien aceptada por algunos vecinos afectados por la nuevapropuesta de ubicación, las inmediaciones de la Ciudad Deportiva. Tampoco ha sido bien recibida por otros miembros del equipo de Gobierno que han mostrado su oposición a esta alternativa.
En los últimos días, en el barrio crece la preocupación por los graves trastornos que puede generar tal cantidad de gente en un lugar tan pequeño y céntrico, lugar que no consideran adecuado para celebrar semejante evento. Y sienten también que siempre arbitrariamente "sufren los vecinos de la misma zona este tipo de eventos", en clara alusión por las hogueras de San Juan que se celebran en dicho lugar.
Piensan que la Ciudad Deportiva no es el sitio adecuado para realizar este acto, y también reivindican el cuidado de la magnífica zona natural de paseo del río Duero, no siendo lo más recomendable para su protección realizar un evento de semejante envergadura aledaño a ella, en su opinión.