La Universidad de Salamanca está presente en el desarrollo del nuevo y prometedor tratamiento antiviral en la lucha contra la COVID-19 gracias a la colaboración del reconocido científico Adolfo García-Sastre, formado en el Estudio salmantino y discípulo del que fuera una de las referencias de investigación del Área de Bioquímica y Biología Molecular, el fallecido catedrático Enrique Villar Ledesma.
Desde el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, Adolfo García-Sastre, forma parte del consorcio de investigación responsable del estudio preclínico recién publicado por Science que confirma la potente eficacia de plitidepsina, compuesto de ‘Aplidin’, el antiviral de la compañía gallega Pharmamar que ha resultado ofrecer una mejor respuesta en el combate del coronavirus frente a los actuales tratamientos empleados.
Además, la presencia de la USAL en el desarrollo del esperanzador tratamiento contra el SARS-CoV-2 es por partida doble al haber participado Anna Lithgow, actual investigadora del Servicio General de Resonancia Magnética Nuclear (SGN) de NUCLEUS - plataforma de apoyo a la investigación de la Universidad- en las labores de investigación básica para el aislamiento e identificación del compuesto natural del fármaco, cuyo origen es el invertebrado marino Aplidium albicans, y que dieron como resultados una familia de patentes para la compañía española en la que científica aparece como inventora.
Cabe destacar que la investigación de Lithgow fue realizada tras concluir sus estudios de doctorado en el Departamento de Química Orgánica de la USAL, cuando la científica se traslada a EE.UU. para desarrollar una estancia post-doctoral, contratada por PharmaMar. Lo que refleja, una vez más, la importancia de la investigación básica desarrollada e impulsada por las universidades tanto como elemento fundamental para la investigación aplicada como para la formación de grandes profesionales.
Nueva generación de fármacos para controlar la COVID-19
La pandemia de SARS-CoV-2 ha creado la necesidad de terapias antivirales que puedan trasladarse rápidamente a la clínica, lo que ha llevado a los investigadores a examinar antivirales clínicamente aprobados. Ahora, plitidepsina, medicamento de uso en mieloma múltiple podría revelarse como el primero de una nueva generación de fármacos dirigidos a controlar la COVID-19.
En este sentido, el estudio publicado por Science recoge que, “los datos y los resultados positivos iniciales del ensayo clínico de PharmaMar sugieren que la plitidepsina (aplidina) debe considerarse seriamente para ensayos clínicos para el tratamiento de covid-19”. Asimismo, se ha mostrado como un inhibidor extremadamente potente del SARS-CoV-2 cuya principal ventaja es que “se dirige a una proteína de las células humanas y no a una proteína del virus, concretamente bloquea la proteína eEF1A que es utilizada por el SARS-CoV-2 para reproducirse e infectar a otras células”, subrayan los autores del artículo.
La compañía ya trabaja con las autoridades reguladoras competentes de España y otros países para poner en marcha el ensayo clínico en fase III.
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