El Programa de Infancia de Cáritas Diocesana de Zamora cesó su actividad presencial durante los meses de pandemia. Los Centros de Apoyo al Menor se vieron entonces abocados a la actividad online, seguimientos de los participantes, apoyo al estudio, contacto semanal con las familias, impresión de deberes o ayudas de conexión a internet fueron algunas de las intervenciones que se realizaron en ese momento.
En junio reabrió sus puertas para realizar apoyo al estudio individualizado y por turnos y ya en julio se celebraba el tradicional Campamento Urbano. Tras él, los centros han permanecido cerrados durante el mes de agosto preparando su vuelta a la nueva normalidad.
Cáritas cuenta con tres Centros de Apoyo al Menor, dos situados en Zamora capital y uno en el ámbito rural, en la localidad de Fermoselle. Estos centros permanecen abiertos de 16 a 20 horas durante el curso escolar y tienen como objetivo potenciar un adecuado desarrollo integral de los menores en su tiempo libre.
ÁREAS DE INTERVENCIÓN
Los Centros de Apoyo al Menor de Cáritas Diocesana de Zamora trabajan diversas áreas:
Área de seguimiento e intervención personal donde se realizan reuniones, se trabaja con las familias y se realizan tutorías y seguimientos. Área de tiempo libre, todo lo que tiene que ver con las actividades lúdicas (manualidades, teatro, práctica deportiva, salidas, talleres de cocina y excursiones). Área de apoyo al estudio para la realización de las tareas escolares. Área de formación para la vida con talleres formativos acorde a los días internacionales, talleres de debate y charlas para familias e hijos y Área de acercamiento en la fe con la participación en actividades de Cáritas, visita al museo de Semana Santa, recorrido por los Belenes de la zona, etc.
MEDIDAS FRENTE AL COVID19
Hoy comienza el nuevo curso en estos centros con numerosas medidas de seguridad para prevenir la aparición y propagación del Covid19. Los niños acudirán a los centros en dos turnos consensuados antes con las familias. El primer turno será de 16 a 18h y el segundo de 18 a 20 horas con el fin de que no se superen los 20 participantes por turno. Hasta el momento son 110 los niños inscritos en estos centros.
Un educador del centro recibirá a los niños en la entrada donde se les tomará la temperatura, se les dará gel hidroalcóholico y se les facilitará una mascarilla con su nombre que usarán dos días. Una vez pasados esos días se desecha y se reemplaza por una nueva. Las mascarillas se guardarán de manera individualizada y se les hará una marca cuando entren al centro para garantizar que no se exceda de dos usos.
Una vez realizado este proceso, otro monitor les derivará a la sala que le corresponde (por curso y edad) y se les asignará un pupitre, al que previamente se le ha puesto su nombre, para utilizar durante el curso. En él contarán con todo el material escolar e higiénico necesario para que no tengan que salir de su clase creando así los denominados “grupos burbuja”.
Los niños, como es habitual en estos centros, recibirán su merienda, pero los monitores no manipularán la comida se entregarán alimentos en su envase individual.
Harán una actividad de ocio diaria y de corta duración dentro de su sala o alguna actividad adaptada al aire libre como las que ya se realizaron en julio durante el Campamento de Urbano.
Para acotar el círculo de contacto cada monitor tendrá siempre el mismo centro y a los mismos participantes asignados para su seguimiento.
Todas estas medidas adoptadas desde los Centros de Apoyo al Menor de Cáritas Diocesana de Zamora, tienen como objetivo cumplir las medidas interpuestas por las autoridades sanitarias con el fin de evitar una propagación del virus y garantizar la seguridad de los participantes de dichos centros.
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