La Dirección General de Tráfico (DGT) ha planteado la incorporación a la plantilla de examinadores de tráfico de personal de las Fuerzas Armadas, procedente de Tropa y Marinería. De esta forma pretende solucionar el problema surgido a partir de la huelga de estos profesionales, que se ha enquistado.
En concreto, Tráfico convocará 100 plazas para que militares mayores de 45 años sean examinadores de tráfico. Algo que la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) considera un despropósito y advierte de que cualquier incorporación debe respetar de manera escrupulosa los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad en el acceso a la Administración. “Ya puestos, podrían incorporar militares a los cargos directivos de la DGT”, apunta Manuel Santiago, responsable de CSIF en la Dirección General.
Tráfico ya propuso la creación de una escala específica de personal examinador. CSIF valora la creación de esta escala (en la actualidad no existe y los funcionarios acceden al puesto de examinador a través de un curso interno) porque podría acceder personal de fuera de la Administración por oposición libre y “se aleja el fantasma de la privatización".
No obstante, esta propuesta, aunque contempla su adscripción al grupo C1 de funcionarios, "es insuficiente porque la nueva escala no cuenta con un complemento específico en el ámbito de las retribuciones y no afectaría al conjunto de la plantilla (de los 750 examinadores, 300 no verían reflejado ningún incremento en su nómina al tener ya una categoría superior)".
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