La consejera de Sanidad Verónica Casado explicaba este pasado martes que se están analizando la fiabilidad de las pruebas rápidas. "Tenemos que estar seguros de que estas pruebas miden lo que tienen que medir para no generar falsos negativos". De este modo, ha explicado que cuando se estudie su viabilidad se comenzarán a realizar unas 50.000 pruebas de este tipo que, además, deben ser enviadas por el ministerio.
Así, ha aclarado que en primer lugar se hará la prueba a las personas ingresadas y a los profesionales sanitarios que hayan estado en contacto con casos positivos. Después, poco a poco, se extenderán a todos los colectivos.
En el caso de la provincia de Zamora, según fuentes sanitarias consultadas por zamora24horas, estos test rápidos se destinarán a la Atención Primaria, para que se realicen a los pacientes indicados por los centros de salud y para que dispongan de ellos en caso de necesidad cuando se encuentren con pacientes que tengan síntomas que pudieran ajustarse a esta enfermedad.
"Vamos a tener suficientes cantidades para hacerlo estos días, de manera coordinada y muy registrada, hay que hacerlo de manera planificada desde sanidad", explicaba ayer la consejera, a la vez que apuntaba que intentarán que lleguen cuanto antes a todas las provincias. De momento, las mismas fuentes sanitarias consultadas por zamora24horas aseguran que no hay previsión de cuándo podrán estar disponibles en Zamora.