Las terrazas de los establecimientos zamoranos que han decidido dar el paso de abrir siguen llenándose. Bien es cierto que con menos mesas de lo habitual, pero las mesas dispuestas se mantienen ocupadas.
Da igual las bajas temperaturas que se están registrando en Zamora durante un fin de semana marcado por la borrasca ‘Dora’. Tras un mes con la hostelería cerrada, pudiendo disfrutar de ella únicamente con el formato ‘take away’, los zamoranos están aprovechando el levantamiento parcial de restricciones para sentarse en las terrazas de los establecimientos que han decidido dar el paso.
Este sábado, las terrazas de la zona centro de la capital volvían a llenarse, aunque la imagen chocaba con la habitual escena de manga corta vista habitualmente en este tipo de espacios en el periodo veraniego. Ahora, predominan los gorros, las bufandas, los guantes y los abrigos de invierno, al margen de los complementos que cada establecimiento decide añadir para tratar de hacer más agradable la estancia de los clientes rozando los cero grados.
Pese a que esta medida no contenta a ningún hostelero, al menos las ganas de los clientes de pasar un rato acompañados por amigos ayuda a amortiguar, mínimamente, el golpe que está sufriendo el sector. Eso sí, el toque de queda se mantiene a las diez de la noche, por lo que el regreso a casa sigue siendo obligado antes de esa hora.