Los Tercios zamoranos han conseguido aguantar los primeros ataques de las tropas de Flandes que, desde sus embarcaciones, han conseguido entrar en la isla, sobreviviendo al fuego de los cañones de los Tercios. A pesar de haber conseguido pisar tierra, la infantería española ha batido a las tropas de Flandes, que se han visto obligadas a regresar a sus botes en retirada. En la batalla numerosos soldados holandeses han caído al enfrentarse a los soldados zamoranos.
La infantería ha tenido un papel fundamental, sobre todo los niños pequeños, que se han colado entre las piernas de los enemigos para cortar los tendones de las piernas. A pesar de la supuesta desventaja de las tropas zamoranas debido al frío y la escasez de alimentos, han conseguido aguantar el primer ataque, aunque es posible que a lo largo de la tarde y de la noche los holandeses vuelvan al ataque con más tropas y embarcaciones.
Además, a medida que caiga la noche, las tropas españolas empezarán a sufrir los estragos del frío y del mal tiempo. La batalla para los Tercios zamoranos será muy dura.