La tasa de absentismo en Castilla y León se disparó hasta el 8,6 por ciento en la pandemia, al pasar de 93 horas perdida al año por cada asalariado en 2019 a 122 en el segundo trimestre de 2020, según recoge en un informe elaborado por el Grupo Adecco. Asimismo, en el segundo trimestre de 2020, la pandemia ha provocado que la tasa de absentismo en España aumentara hasta el 8,9 por ciento, un máximo histórico (en 2019 alcanzó al 5,5 por ciento, que era la más elevada de los últimos 20 años).
Entre los años 2000 y 2019, se registró una tendencia ascendente en las horas no trabajadas por absentismo en 16 autonomías. Solo una comunidad se mantuvo al margen de ese movimiento al alza, Cantabria, donde las horas perdidas por absentismo disminuyeron un 5,1 por ciento entre dichos años (caída que equivale a casi cinco horas de absentismo menos por año y asalariado).
Entre las 16 comunidades en las que las horas no trabajadas por absentismo se incrementaron, sobresalen los casos de Andalucía (con un incremento de un 164 por ciento desde el 2000, por lo que en 2019 sumó 39 horas no trabajadas por absentismo más, por año y trabajador), Castilla-La Mancha (subida de un 141 por ciento; las horas perdidas por absentismo crecieron en 44 por año) y Galicia (80 por ciento, que equivale a 46 horas más de absentismo por trabajador y año que en 2000).
El caso contrario, con los aumentos más moderados, viene representado por Asturias (en la que las horas perdidas por absentismo se incrementaron un 5,5 por ciento o cinco horas y media, siempre entre 2000 y 2019), Cataluña (con una subida de 5,7 por ciento, equivalente también a cinco horas y media) y la Comunidad Valenciana (aunque con un alza significativa, de 13,6 por ciento o nueve horas perdidas más por año y trabajador).
La comparación entre las horas de absentismo de 2019 con las del segundo trimestre de 2020 muestra que éstas subieron en todas las autonomías, con la única excepción del País Vasco.
Si se observa el dato de 2019 con el anualizado del segundo trimestre de 2020 se detecta que Baleares experimentó el incremento más marcado: 147 por ciento, hasta llegar a 106 horas anualizadas por trabajador. Las otras tres autonomías donde más se incrementó el número de horas perdidas por absentismo en el segundo trimestre del año en curso fueron la Comunidad Valenciana (70 por ciento, hasta 138 horas anualizadas), Andalucía (63 por ciento, llegando a 103 horas anualizadas de absentismo) y Cantabria (54 por ciento; 132 horas).
El País Vasco fue la única autonomía que logró una reducción, en parte facilitada porque era la que tenía la mayor cantidad de horas perdidas de absentismo, que bajaron desde 147 hasta 130 (-11,8 por ciento). Los incrementos más suaves correspondieron a Aragón (7,3 por ciento, hasta 114 horas anualizadas) y Extremadura (9,3 por ciento, colocándose en 81 horas).
Todas las comunidades autónomas registraron una reducción, más o menos paralela, tanto de las horas pactadas como de las horas pactadas efectivas. Comparando los datos de 2000 y 2019, se encuentra que las mayores reducciones de las horas pactadas efectivas se registraron en Extremadura (un diez por ciento menos, lo que equivale a un recorte de 176 horas anuales por trabajador), Castilla-La Mancha (descenso del 9,4 por ciento; reducción de 165 horas/año) y La Rioja (disminución de un 8,8 por ciento, por el recorte de 154 horas anuales).
En el extremo contrario, los descensos más moderados de las horas pactadas efectivas, siempre entre 2000 y 2019, ocurrieron en Canarias (una caída de un 4,7 por ciento, porcentaje que equivale a 84 horas), Baleares (retroceso de un 5,3 por ciento; 94 horas menos por trabajador y año) y la Comunidad de Madrid (decremento de un 5,6 por ciento, que equivale a 100 horas anuales menos).
La tasa de absentismo en Castilla y León se disparó hasta el 8,6% en la pandemia
La Comunidad pasa de 93 horas perdidas por absentismo al año por cada asalariado en 2019 a 122 en el segundo trimestre de 2020.
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