El consumo de tabaco condiciona las consecuencias del coronavirus. Así lo consideran diferentes investigadores, que insisten en que el tabaquismo está detrás de los sistemas cardiovasculares más débiles que se exponen más a los efectos negativos de la COVID-19. Los datos apuntan que «el tabaco es una de las causas por las que hay más víctimas hombres que mujeres por el virus en España», confirman los investigadores Javier C. Vázquez, del Neurocampus de Burdeos, y Diego Redolar, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Más del 30 % de las personas fallecidas presentaban enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de fallecimiento en España —un 28 % en 2018—, y el 10 % de dichas enfermedades tienen su origen en el tabaquismo.
La COVID-19 es una enfermedad infecciosa provocada por el coronavirus coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). Tal y como detallan muchas informaciones publicadas, el virus se propaga normalmente de persona a persona a través de gotitas de la respiración, producidas, por ejemplo, al toser, y los síntomas habituales son fiebre, tos y dificultades de respiración. En cuanto a su impacto en la población, más del 90 % de las muertes en España tenían más de sesenta años y más del 45 % presentaban enfermedades de consideración previas.
Las diferencias de género
Según confirma el análisis de Redolar, subdirector de investigación de los Estudios de Ciencias de la Salud e investigador del grupo Cognitive NeuroLab de la UOC, y Javier C. Vázquez, investigador del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Burdeos, aunque los hombres y las mujeres se infectan por la COVID-19 en porcentajes similares en España, la mortalidad —a partir del 5 de abril— se ha mostrado más alta en hombres —en torno al 8 %— que en mujeres —más del 4 %—. «Es una evidencia que sugiere que las diferencias de género tienen que ver con patrones como la prevalencia del tabaquismo», aclara el investigador de la UOC. Según datos de 2017, en España fuman más de un 25 % de hombres y más de un 18 % de mujeres.
El efecto biológico del tabaco
Los investigadores, que han publicado un artículo en la revista científica Tobacco Induced Diseases al respecto, añaden que hay que tener en cuenta datos biológicos como que el tabaquismo puede regular la enzima conversora de la angiotensina 2 (ACE2) que, entre otras funciones, influye en la presión sanguínea. Esta enzima funciona como puerta de entrada a las células de algunos coronavirus. Así, el SARS-CoV-2 se une a los receptores de la ACE2 en las vías respiratorias inferiores de los pacientes infectados para entrar en los pulmones. «Los datos existentes sugieren que los pacientes con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o con tabaquismo tienen un mayor riesgo de infección grave por la COVID-19, ya que aumenta la expresión de la ACE2 en las vías respiratorias más débiles, como las de este tipo de pacientes», confirman los investigadores. Estas conclusiones se han confirmado en modelos de ratones de laboratorio.
Más datos y medidas contra el tabaquismo
Teniendo presente la relación entre tabaco y coronavirus, los investigadores muestran su preocupación por la falta de datos que permitan estudiar mejor la relación entre el tabaquismo y la pandemia. «En España no tenemos datos sobre el hábito de fumar de los pacientes con COVID-19», aclaran Redolar y Vázquez, quienes sugieren que se registren y se compartan los datos sobre del tabaquismo de todos los casos identificados de COVID-19.
Además, los investigadores sugieren que hay que impulsar campañas para reducir el tabaquismo en el contexto actual y también intervenciones efectivas basadas en evidencias que reducen el hábito, como el aumento de la carga fiscal del tabaco, la prohibición de vender durante la pandemia y mejorar los programas que ayuden a dejar de fumar.