La Federación Internacional Farmacéutica (FIP) ha hecho pública una Declaración Política sobre los desabastecimientos de Medicamentos en la que solicita que se otorgue "una mayor autoridad a los farmacéuticos para resolver los desabastecimientos de medicamentos" y para ello pide a los gobiernos que den "instrucciones, lo antes posible, a las autoridades de reglamentación de medicamentos para que estudien y elaboren propuestas que otorguen a los farmacéuticos facultades ampliadas".
La Declaración destaca algunos de los sistemas de información liderados por las organizaciones farmacéuticas de todo el mundo, que recopilan y comparten información que facilitan la adopción de medidas, citando el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (CISMED), herramienta del Consejo General de Farmacéuticos; quien también ha participado en la elaboración de esta declaración.
Para el presidente de la Sección de Farmacia Comunitaria de la FIP, Lars-ke Söderlund, "las causas de los desabastecimientos son varias, multidimensionales y a veces impredecibles y existe una creciente preocupación entre todas las partes: pacientes, profesionales, organizaciones gubernamentales, mayoristas farmacéuticos e industria; sobre el futuro del suministro de medicamentos en todo el mundo".
Además, insiste el portavoz de FIP "hay pruebas de que el desabastecimiento empeora con el tiempo, creando cada vez más dificultades a los profesionales de la salud y comprometiendo la seguridad de los pacientes". Los desabastecimientos se dan en todo tipo de países, en todos los entornos sanitarios y afectan a medicamentos esenciales que salvan vidas, medicamentos de uso muy común y medicamentos de todos los precios.
En esta declaración de política, la FIP y sus organizaciones miembros asumen cuatro compromisos, entre ellos el de elaborar directrices basadas en pruebas y programas de desarrollo de la competencia que se centren en el papel de los farmacéuticos para mitigar el impacto de los desabastecimientos de medicamentos".
Entre otras recomendaciones, piden el uso a nivel mundial de una definición única de "desabastecimiento de medicamentos" y de criterios armonizados para identificar y vigilar los desabastecimientos a nivel nacional, regional e internacional, a fin de mejorar la comprensión del problema mediante datos más precisos, fiables y comparables.
Asimismo, el desarrollo de un proceso mundial para determinar la lista de productos críticos o vulnerables; que cada país establezca un medio accesible al público para proporcionar información sobre los desabastecimientos de medicamentos; y que todos los compradores de medicamentos avancen hacia procesos activos de adquisición que aseguren la continuidad del suministro de medicamentos de calidad.