La situación real de las Aceñas de Olivares ante el anuncio de ‘venta’ que podría acabar en el juzgado

El pasado martes la imagen del cartel de ‘Se vende’ sobre las Aceñas de Olivares, llamó la atención de todos los zamoranos al pensar que se trataba de un edificio de propiedad municipal.

Un ‘misterio’ ante el que el Ayuntamiento ha querido salir al pasado este miércoles, ofreciendo las pertinentes explicaciones y arrojar un poco de luz sobre quién o quiénes son los propietarios de este inmueble.

La imagen del cartel “nos ha sorprendido a todos”, ha asegurado el alcalde Francisco Guarido quien asegura que “el cartel ya no está, solo se colocó para la foto” y ha querido aclarar la situación real de las instalaciones y todos los hechos que la preceden señalando que “es la historia de una desidia, negligencia y de una sociedad caciquil”.

Guarido ha señalado que en 2017 la Comunidad de Regantes Valbueno, que previamente en 1978 había comprado las aceñas a una mujer, hizo una ‘autocompra’ por 1.000 euros, “una cantidad ridícula”, a la que se había transformado en Comunidad de Bienes Aceñas de Olivares, algo que el alcalde considera “una venta ilegal, fraudulenta y se cree que es una negligencia de la CHD”.

La Comunidad de Bienes ha intentado después revender las instalaciones al Ayuntamiento por un importe de 600.000 euros, “una propiedad pública” incide el alcalde, y al conocer esta situación, el propio consistorio lo puso en conocimiento de la CHD, “la cual miró para otro lado en varias ocasiones”.

“Nosotros no podemos comprar una propiedad pública y la propia ley dice que cuando se acaba la concesión de aguas pasa a quien es el titular de los ríos”, resalta señalando que “esto parece una novela picaresca” e imagina que quieren sacar dinero.

Además, el alcalde ha puesto de manifiesto cómo para las aceñas de Gijón, la CHD señala que se trata de un bien de dominio público por naturaleza, por lo tanto, independientemente de la anterior regulación histórica, es inembargable, inalienable, imprescriptible y público, al extinguirse el derecho concesional que vence tres años después de que no haya actividad hidráulica, revertirán a la administración competente las obras, gratuitamente y libre de carga.

 “Si lo dice para las aceñas de Gijón, será lo mismo para las de Olivares, aunque nos contestan para un caso y para otro no”, insisten desde el Ayuntamiento.

Así, se han hecho escritos a la CHD instando a suprimir cualquier concesión hidráulica “que no la tienen, e instando a luchar por lo que es suyo”, señala Guarido recordando las inversiones de en torno a un millón y medio de euros en los últimos años para ponerlas en valor y en uso y que “este inmueble público pueda ser visitable” y que el Ayuntamiento ha instado en varias ocasiones a la CHD a la recuperación de la propiedad y ha solicitado el uso recreativo ‘sine die’ del consistorio para poner fin a esta situación.

Por otro lado, el Ayuntamiento, antes de invertir fondos europeos en las instalaciones, hizo dos convenios con la comunidad de regantes, el último en 2003 estableciéndose un periodo de 25 años para hacer uso de las aceñas dado el dinero que se había invertido. “

Por todo ello, Guarido ha hecho hincapié en que “queremos que la situación se aclare y se legalice” y “si no tenemos ninguna solución o respuesta por parte de la CHD nos veríamos obligados a sustituir a la propia CHD y llevar el asunto al juzgado en defensa del dominio público de las aceñas” que además están catalogadas en nivel 1 de protección.

“Creo que no sería necesario llegar a esto, se puede reconducir de una manera lógica siempre que la CHD se tome sus propiedades en serio”, ha remarcado el alcalde esperando que “la historia de las aceñas termine en los próximos meses”.

Por último, respecto a la posible venta en la actualidad, Guarido ha indicado que sería también “una venta ilegal y fraudulenta, es dominio público, no creo que nadie se meta en un lío” incidiendo en que “la CHD tiene que reconducir esta situación” en beneficio de las administraciones públicas y del Ayuntamiento ya que es una “negligencia” de esta administración y en este momento las aceñas están inscritas en el registro ‘sorprendentemente’ por un particular.