Esta nueva enfermedad, que los investigadores han denominado Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico Temporalmente Asociado con el SARS-CoV-2 (PIMS-TS), fue estudiada en 58 niños ingresados en ocho hospitales de Inglaterra. Se cree que es extremadamente rara, pero existe la preocupación de que se produzca un daño coronario duradero. Se han notificado menos de 200 casos en Inglaterra con una gama de síntomas y gravedad y la mayoría de los niños ya se han recuperado.
Si bien el equipo no puede afirmar con certeza que el PIMS-TS es causado por COVID-19, 45 de los 58 niños tenían evidencia de infección actual o pasada por COVID-19, y los investigadores dicen que es poco probable que la aparición de una nueva condición inflamatoria durante una pandemia sea una coincidencia.
La mayoría de los niños con indicios de infección tenían anticuerpos para el nuevo coronavirus, lo que sugiere que el PIMS-TS ocurre después de la infección, potencialmente como resultado de una reacción exagerada del sistema inmunológico.
Por esta razón, los investigadores también dicen que entender más sobre la PIMS-TS podría ayudar a una comprensión más general de la COVID-19 y sus efectos, incluso en adultos. Debido a que el PIMS-TS es tan distinto, es fácil estudiar a los individuos con alta inflamación, lo que puede ser más difícil de identificar en la población general.
"La nueva enfermedad, PIMS-TS, es extremadamente rara pero puede hacer que un niño se enferme mucho, por lo que es importante caracterizar la enfermedad adecuadamente para que podamos proporcionar un seguimiento cercano y el mejor tratamiento", explica la autora principal del trabajo, Elizabeth Whittaker.
Otra de las autoras, Julia Kenny, explica que sin tratamiento, hay un riesgo de complicaciones severas en niños muy enfermos, pero con una identificación y tratamiento tempranos el resultado es "excelente". "Los niños que estamos revisando después del alta están completamente bien", ha tranquilizado.
El PIMS-TS parece ser más probable que afecte a niños mayores que la enfermedad de Kawasaki (un promedio de nueve años frente a cuatro años respectivamente) y se presenta más a menudo con dolores abdominales y diarrea junto con las características comunes como la fiebre persistente. También parece afectar a una mayor proporción de pacientes negros y asiáticos.
Los análisis de sangre también muestran resultados diferentes, ya que los pacientes con PIMS-TS muestran más marcadores de inflamación y enzimas cardíacas, lo que sugiere que el corazón está bajo tensión.
Se sabe que la enfermedad de Kawasaki daña la arteria coronaria de tal manera que a medida que el niño crece la arteria no lo hace, lo que lleva a una reducción de la cantidad de sangre que puede llegar al corazón. Se sabe que la inmunoterapia ayuda a aliviar estos problemas, por lo que también se ha utilizado en pacientes con PIMS-TS, aunque el equipo afirma que las diferencias entre las dos enfermedades implican que es necesario investigar más a fondo y que el tratamiento debe ser cuidadosamente supervisado.
"La nueva enfermedad se presenta de varias maneras y puede tener serias complicaciones. Sin embargo, cuanto más aprendemos, mejor preparados estamos para intervenir y prevenir peores resultados. Por ejemplo, los pacientes que desarrollan un shock y una insuficiencia cardíaca tienen un patrón diferente de análisis de sangre que puede ayudar a identificar el grupo de riesgo para el tratamiento específico", detalla otro de los líderes del trabajo, Michael Levin.