En este sentido, desde CSIF Isabel Madruga ha aplaudido la labor de los docentes en unas condiciones "durísimas", con ventanas abiertas, mantas y pasando frío para evitar contagios. "Seguimos pensando que la mejor medida hubiera sido reducir ratios", ha continuado para reclamar, de cara al próximo trimestre, unidades de purificación de aire. "Nos hemos dirigido al Ministerio, a la Consejería, a los Ayuntamientos, Diputaciones y entidades locales para que financien estos aparatos. No es muy lógico que en otros entornos como bares y restaurantes se tomen medidas y se exijan determinadas condiciones y en los centros educativos sean las mismas que al inicio de la pandemia", ha apuntado.
Madruga, además, plantea un segundo cribado entre los docentes para que el retorno a las aulas sea más seguro. "Es una medida que en otras autonomías se está planteando y puede dar cierta seguridad a la hora de retomar las clases", ha explicado, si bien es consciente de su "dificultad" por la carga de trabajo que tienen los sanitarios. Por último ha evidenciado "problemas" en las sustituciones de docentes, también carencias en la planificación del teletrabajo, ha reclamado la presencia de sanitarios en los centros y lamentado que no haya un Plan B o que no se den facilidades a los profesionales para conciliar en casos de tener familiares contagiados, además de reclamar, entre otras cuestiones, mascarillas Fffp2 para todos los docentes.
Por su parte, desde CCOO, Elena Calderón, ha querido aplaudir también la labor de los docentes, los equipos directivos y los alumnos y sus familias para recordar que, siempre que se cumplen las normas sanitarias de distancia de seguridad, higiene de manos y mascarillas los contagios se reducen. "El esfuerzo ha sido infinito, pero creo que el mensaje que hay que trasmitir a la sociedad es que si se respetan las normas sanitarias los resultados son buenos", ha apuntado.
Con respecto a un segundo cribado, la representante de CCOO ha admitido que podría ser una solución para afrontar con "más seguridad" la vuelta a las aulas, aunque ha insistido en que es más de acatar las normativas sanitarias. Eso sí, advierte de que la situación se puede complicar porque, hasta el momento, no ha hecho mucho frío y entiende que a partir de ahora va a ser "muy duro" estar en clase seis horas "parados" con las ventanas abiertas. "No estaría mal algún medidor de CO2 para saber cuando hay que abrirlas y no tener que estar con ellas constantemente abiertas", ha explicado.
Por último, desde UGT, Beatriz García, ha reconocido que los primeros diez días fueron un tanto "caóticos", si bien luego, "gracias al esfuerzo y el trabajo" de equipos directivos, profesores y alumnos. "En mayo y junio pensábamos que esto iba a ser catastrófico, pero al final los niños son maravillosos comparados con los adultos porque cumplen las normas a rajatabla, el profesorado ha demostrado que está ahí y se puede contar con ellos al igual que el personal de limpieza, conserjes... han dado una lección de que se pueden hacer las cosas bien y que el sentido común impera", ha explicado.
Un engranaje que ha funcionado cuando los protocolos han quedado "claros" y después de que profesores y equipos directivos "metieran horas y horas" para que todo saliera bien. Aun así, también ha querido reconocer la "predisposición" de la Junta de Castilla y León para, una vez arrancado el curso, solventar todos los "problemas" que como federación les han trasladado.