Este viernes, 30 de marzo, se celebra el Día Internacional del Trabajo Doméstico, un empleo cuya situación legal tiende a equipararse paulatinamente a la del resto de trabajadores que cotizan en el Régimen General de la Seguridad Social, régimen en el que se integró el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Empleados de Hogar como un Sistema Especial en 2012.
Tras la entrada en vigor del Real Decreto 1620/2011 que regula la relación laboral de carácter especial del Servicio del Hogar Familiar, la situación de los empleados de hogar ha avanzado considerablemente, pero los sindicatos continúan reivindicando mejoras, entre las que destaca la posibilidad de cobrar la prestación por desempleo.
Los sindicatos reclaman se aplique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que se les reconozca a los empleados domésticos los mismos derechos y responsabilidades que al resto de trabajadores del Régimen General, así como que coticen para el desempleo, de modo que estén en las mismas condiciones que cualquier otro empleado.
Este convenio fue aprobado en 2013 en la Comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso de los Diputados, pero el Gobierno de España no llegó a firmarlo.
Del mismo modo, se refieren a la situación de los empleados domésticos internos, aquellos que residen en las propias casas en las que trabajan, cuya situación habría que regularla “en las mismas condiciones que se regulan las jornadas laborales de trabajo”, algo que “nos costará tiempo y ganas” porque, según los sindicatos, son los propios empleados los que “se benefician” de esta situación. Según los sindicatos, hay mucha “precariedad” en este gremio y “mucha economía sumergida”.
En este sentido, han reivindicado, además, mecanismos que permitan a la Inspección de Trabajo ejercer una mayor vigilancia sobre el cumplimiento de las normativas vigentes, ya que el lugar de trabajo, el domicilio, es de ámbito privado y “un inspector necesita el permiso del dueño para poder entrar”. En cuanto a qué medidas concretas se pueden poner en marcha para evitar esta falta de control, señalan que debe ser la propia Inspección de Trabajo la que busque la manera de “intentar arreglarse”.
Precisamente, es esta dificultad a la hora de demostrar la relación laboral efectiva, por producirse en un lugar privado como es el domicilio familiar al que la Inspección de Trabajo tiene difícil acceso, la principal causa de que el derecho a la prestación de desempleo aún no sea una realidad para los empleados de hogar, debido a la facilidad de cometer fraude, tal y como han apuntado fuentes institucionales.
Los sindicatos defienden que los empleados de hogar puedan cobrar el paro
Reivindican, además, mecanismos que permitan a la Inspección de Trabajo ejercer una mayor vigilancia sobre el cumplimiento de las normativas vigentes.
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