El aviso se dio el pasado 28 de septiembre. Los principales sindicatos -CCOO, UGT y CSIF- de los empleados públicos de Castilla y León amenazaron con ir a la huelga general este 6 de noviembre tras conocer que la Junta no iba a implantar la jornada de 35 horas semanales acordada poco antes de las elecciones autonómicas y suscrita por el por aquel entonces consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez.
No sólo eso, sino que también era una de las promesas electorales de Alfonso Fernández Mañueco -lo manifestó incluso en su discurso de investidura-. Pero mes y medio después, los trabajadores públicos autonómicos siguen sin ver cumplida dicha propuesta, incluso habiendo cumplido escrupulosamente el calendario de movilizaciones que anunciaron con la idea de evitar una huelga que, finalmente, se ha alcanzado.
Y eso que se ha intentado evitar hasta última hora de este pasado martes, con los sindicatos negociando junto al Gobierno regional una solución. Sin embargo, la Junta ofrecía implantar la jornada de 35 horas semanales el 1 de abril, algo que para los sindicatos es demasiado tarde.
Francisco Estravís, de UGT, exponía en la huelga de este miércoles: “La Junta nos ha tenido mareando la perdiz, engañándonos sin sentido para incumplir un acuerdo que se firmó en mayo pasado de un derecho que lleva reconocido desde hace seis años. Esta forma de proceder deja sin argumentos al gobierno de la Junta ante cualquier negociación futura, porque a ver quién se cree nada de ellos. Seguiremos luchando con huelgas, manifestaciones y también en los tribunales”, advertía el representante de este sindicato.
Hay que recordar que los sindicatos comenzaron a pedir recuperar la jornada de 35 horas, que se “perdió” en 2012 con el argumento de la crisis económica, en 2018, año en el que se cumplieron las tres condiciones establecidas en el acuerdo firmado por el Gobierno de Mariano Rajoy: no alcanzar el techo de gasto, reducir el déficit público y reducir la deuda. Pero a día de hoy, y pese a firmarse hace meses, la jornada no está todavía instaurada.
Rosa Herrero, presidenta de CSIF Zamora, apuntaba en esta jornada de huelga: “Estamos satisfechos porque la gente ha entendido el motivo de la huelga. No es un motivo caprichoso y no es una fecha que coincida con nada, como algún político ha denunciado. La fecha no es lo importante. Lo importante es que la administración lleva a la mesa documentos vacíos de contenido y los trabajadores exigimos el cumplimiento del acuerdo. La huelga es un punto seguido. Habrá más medidas, incluida la vía judicial”.
Por último, Ana Rosa Arribas, de Comisiones Obreras, argumentaba: “Con esto se ha desenmascarado a la Junta, que nunca ha tenido ganas de cumplir este acuerdo. Es un derecho adquirido que supone calidad también en los servicios. En otras comunidades ya tiene instauradas las 35 horas y en Castilla y León debemos avanzar en este sentido. Lo que está claro es que el acuerdo firmado y todas las reuniones que hemos tenido han sido una tomadura de pelo”, zanjaba.