En una rueda de prensa junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa, Simón ha explicado que la transmisión del virus no sólo depende de los factores asociados a su carga viral, sino de la forma de relacionarse y de manipular los objetos.
Por ello, ha señalado que la frecuencia con la que los niños se tocan la cara y, especialmente, su forma de interactuar con otros niños y con los adultos aumenta el riesgo de que puedan contagiar la infección, especialmente a los adultos.
"No me atrevo a decir que transmiten menos, pero la transmisión entre ellos puede generar niños infectados asintomáticos o leves que, por su forma de interactuar, pueden llegar a generar brotes en sus grupos familiares. Hay que ser muy precavidos y mantener algunas medidas de control del riesgo que nos permitan reducir al mínimo la capacidad de transmisión", ha zanjado.