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El Servicio del Centro de Atención al Usuario de Sacyl convoca movilizaciones el 10 y 11 y huelga indefinida desde el 15

Los 50 trabajadores del servicio del Centro de Atención al Usuario (CAU) de SACYL, que llevan once años gestionando el área informática y técnica del Sacyl, convocarán movilizaciones los días 10 y 11 de febrero y una huelga indefinida desde el 15 ante la falta de respuesta oficial a su reivindicación de mantener la antigüedad.

Teleoperador. Archivo

Así lo han señalado los portavoces sindicales del CAU, que han señalado que únicamente piden que se respete la "antigüedad" porque es un derecho "adquirido" y que no puede ser eliminado de las condiciones salariales", según recoge el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 44.1.

"No se han pedido ni mejoras de sueldo ni de turnos", han añadido a través de un comunicado remitido por UGT a Europa Press, para matizar que simplemente seguir trabajando en las "mismas" condiciones que hasta el momento tal y como ya avanzaron el pasado 21 de enero.

Desde hace once años los trabajadores han ofrecido el servicio con la empresa CSA, cuyo contrato con Sacyl finalizó hace unos meses. El nuevo pliego lo ganó la empresa CISGA, a costa de "tirar" los precios del mercado.

En este sentido, los trabajadores consideran que debería haberse producido un proceso de subrogación, en el que la empresa cesante entregase los datos y contratos de los trabajadores a la empresa adjudicataria, "respetando todos y cada uno de los aspectos recogidos en cada contrato".

La plantilla también ha señalado que uno de los criterios que pesaron a la hora de otorgar el pliego a Cisga fue el de contratar al cien por cien de la plantilla actual, "minimizando las tareas de relevo y formación, previendo un impacto nulo".

Sin embargo, denuncia la interpretación "sesgada" que la empresa ha hecho de la ley, al asumir que en el trasvase de trabajadores se respetarían todos los contratos en todos los aspectos "menos en la antigüedad".

Este comportamiento les ha llevado a pensar en posibles futuros despidos que resultarían "mucho menos costosos" a la empresa si no se conserva la antigüedad. De hecho, los trabajadores denuncian que la empresa les ha obligado a firmar un pre-contrato, utilizando medidas de "presión y extorsión" como llamadas reiteradas o correos con ultimátum, entre otros.

Los delegados de UGT en la empresa han intentado ponerse en contacto, sin éxito, con los responsables del Sacyl. De igual manera, la empresa saliente CSA ha intentado negociar con CISGA el mantenimiento de las antigüedades de los empleados, pero sólo han recibido negativas.

En consecuencia, los trabajadores han anunciado su intención de convocar una huelga del servicio ante la falta de respuesta oficial por parte de Sacyl.

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