Con la apertura de los primeros colegios electorales llegaban las primeras anécdotas del día de las elecciones. En este caso fue en el colegio Jacinto Benavente, en el que ya ejerció su derecho a voto Carlos Pérez, aunque no fue él el protagonista de la situación.
Una señora, con la intención de votar en las elecciones municipales, depositó su papeleta en la urna de los comicios europeos, tiñendo con un poco de blanco la caja con sobres azules. Esta historia no pasará de un chascarrillo, ya que la mesa electoral propuso una situación instantáneamente: en el momento del recuento de votos, se cambiará su papeleta de la urna de las europeas a las municipales.
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