La Consejería de Sanidad vacunará el próximo año frente al Herpes Zoster a todas las personas mayores de 65 años, comenzando por el grupo de edad mayor de 80 años, y a todos los mayores de 18 años que tienen determinados factores de riesgo como trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH), trasplante de órgano sólido (TOS), tratamiento con fármacos anti-JAK, VIH, hemopatías malignas o tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia.
Así lo anunció hoy la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en su comparecencia ante la Comisión de Hacienda de las Cortes para explicar las cuentas de su departamento para 2022, que permitirán la compra de algo más de 21.000 dosis de esta vacuna, “que posee un alto coste, pero su relación coste-beneficio es claramente positivo en resultados de salud”.
La prestación se incluye en los fondos en materia de Salud Pública con un presupuesto de 101,1 millones de euros, que aumenta nueve millones de euros con respecto al año pasado, que permitirán también la adquisición de una nueva vacuna de la gripe (tetravalente) con casi tres millones de euros más adquiriendo vacunas tetravalentes, en lugar de las trivalentes actuales.
Casado, que recordó que la pandemia ha demostrado la necesidad de contar con una salud pública fuerte, destacó la labor de este departamento y de su directora general, Carmen Pacheco, en estos dos años, que se reforzará en 2022 con un aumento de 14,95 millones de euros en tan solo un año.
Los principales aumentos son algo más de seis millones en gastos de personal, teniendo en cuenta que las crisis alimentarias (carne mechada, botulismo, etc.) unido a la pandemia COVID, han puesto de relieve la necesidad de contar con más profesionales para hacer frente a todas las necesidades del sistema, desde preventivistas, a inspectores o veterinarios. “Todos ellos han jugado un papel muy relevante durante la pandemia y en este ejercicio queremos fortalecer claramente el número de efectivos en Salud Pública para que nuestro sistema esté preparado para los retos venideros”, explicó, y recordó que en este último año se ha reforzado la Dirección General de Salud Pública y sus servicios territoriales con más de 36 profesionales.
El presupuesto en Salud Pública también permitirá mantener los programas de vigilancia epidemiológica y el control de enfermedades transmisibles; desarrollar actividades de prevención, asistencia y coordinación dentro del Plan de prevención y control del SIDA y otras enfermedades relacionadas con el VIH, así como tuberculosis y otras enfermedades infecciosas transmisibles, además de la ordenación e inspección sanitaria en lo relativo a los centros, servicios y establecimientos sanitarios, así como la ordenación e inspección farmacéutica.
También, se mantendrán los programas de control e inspección de industrias alimentarias y establecimientos de comercialización de productos alimenticios, así como el consiguiente control analítico en laboratorios; mantener y mejorar sistemas de farmacovigilancia; la promoción y protección de la sanidad ambiental, finalizando entre otros proyectos, el del mapa del radón en Castilla y León; desarrollar y mejorar sistemas de información que permitan el seguimiento y control de actividades de vigilancia de la salud pública, incluida la salud laboral
Para disminuir la morbimortalidad en diversos cánceres, especialmente en el de cuello de útero, de mama y colorrectal mediante actividades de detección precoz y el consejo genético, se destinarán 1,5 millones de euros; y continuará el programa de enfermedades congénitas del recién, que tendrá una inversión de casi un millón de euros.
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