Sanidad califica la pandemia como "un reto de gran magnitud que tardará en superarse de forma definitiva"

Con el fin de mejorar la situación de los pacientes, los hospitales de la Comunidad han avanzado en la puesta en marcha de sus planes de humanización

 Casado veronica
Casado veronica

En el contexto pandémico, los objetivos básicos del sistema de salud castellano y leonés se han basado en disminuir la incidencia de nuevos casos, de la prevalencia de la enfermedad, de su letalidad y su mortalidad y de las consecuencias para la salud de la COVID-19.

De las posible tasas de ataque del virus a la población con las que la Consejería de Sanidad ha trabajado -35%, 20% y 15%- y de cada una de ellas, tres escenarios - máximo, medio y mínimo-, pronto se alcanzaba la peor previsión: una tasa de ataque del 35% y el escenario máximo.

Aun así, el resultado según los datos observados a posteriori ha sido que, en lo relativo a la tasa de hospitalización, si bien en el inicio de la pandemia la tasa de ingreso era superior a esa tasa de ataque del 35%, a la octava semana la situación se estabilizó en la zona ataque mínimo (15%). En lo relativo a los ingresos en UCI las primeras semanas registraron una tasa de ataque entre las previsiones del 20 y el 35%, para, finalmente, situarse en ingresos correspondientes a las previsiones del 15 y el 25% de ataque. 

El sistema sanitario, gracias al gran esfuerzo de reorganización acometido, ha sido capaz de asumir, con la absolutamente necesaria dedicación de sus profesionales, soportar esas altas tasas iniciales de ataque del virus entre la población castellana y leonesa. En pocas semanas, el sistema sanitario de Castilla y León se ha reorganizado atendiendo a la complejidad de una emergencia de Salud Pública de semejante calado e intensidad. 

Ejemplos que pueden ilustrar esta situación y que expresan la importancia de la Atención Primaria en el cuidado de la salud de los ciudadanos, que ha mantenido el contacto con sus pacientes, fortaleciéndose la asistencia telemática, ya fuese para la atención de la COVID-19 como de cualquier otra patología. 

Así, a través de Medora, se monitoriza la enfermedad por nuevo coronavirus y, actualmente, los registros indican que 39.672 casos los activos y 54.038 los totales declarados. Para su cuidado, los profesionales de Atención Primaria han atendido consultas presenciales en los centros de salud, telefónicas o presenciales, con una estadística que sitúa en dieciocho pacientes los asistidos por cada médico de familia en los momentos de mayor presión. La telemedicina ha recibido un importante impulso en ámbitos fundamentales, entre ellos la prestación farmacéutica. Otras nuevas estructuras asistenciales que ejemplarizan la adaptación de la Atención Primaria son los Equipos COVID-AP; Equipos COVID-residencias: o los COVID-car.

El ámbito hospitalario ha sido quizá la parte más visible de toda esta reorganización y, por ejemplo, en urgencias se han puesto en marcha triajes para separar pacientes COVID de los no COVID. Al aumento sustancial de camas destinadas a la atención de pacientes afectados por el SARS_CoV-2, merece una mención aparte el tremendo esfuerzo para aumentar la capacidad de nuestras UCI hasta cuadriplicar su capacidad inicial. 

Las UCI extendidas, que tanto hemos mencionado en estas semanas, son una extensión de los servicios habituales de cuidados intensivos que todos conocemos, pero se han ido ocupando otros espacios que inicialmente estaban destinados a otras funciones, para poder aumentar el número de plazas totales para atender pacientes graves y críticos. Tal ha sido el esfuerzo que de 166 camas iniciales en unidades de cuidados intensivos se ha pasado a 536 camas en el conjunto de la Comunidad, un 322% más, para lo que se han usado  espacios REA, URPA, quirófanos,…, y cuya ocupación máxima ha llegado a 398 pacientes en el momento de mayor presión. Emergencias Sanitarias también ha vivido una adaptación efectiva, reinventándose para aumentar su capacidad de atención ciudadana.

Además de traslado y manejo de pacientes que padecían emergencias no relacionadas con el COVID que han seguido dándose, ha gestionado acertadamente la toma de muestras y el transporte separado de los pacientes con COVID o sospecha de éste. También ha sido responsable de la puesta en marcha y gestión del teléfono 900 222 000, un sistema que ha servido para pulsar la realidad en cuanto al aumento de demanda asistencial; o facilitar el traslado intrahospitalario necesario al funcionar la red asistencial especializada de la Comunidad bajo el concepto de “hospital en red

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