La consejera de Sanidad, Verónica Csado, apeló el pasado lunes a la responsabilidad individual en esta Navidad, en la que rogó a la población “máxima prudencia y máxima cautela”, con el fin de reducir los contactos sociales y las situaciones de riesgo. Advirtió de que la tercera ola podría empezar en estos días y que el sistema sanitario no está preparado para asumirla, puesto recordó que los profesionales están “muy cansados”.
Verónica Casado, que compareció para informar del plan de vacunación frente al COVID-19, indicó que comienza este proceso en estos días, coincidiendo con la Navidad, pero recalcó que no existe una inmunidad suficiente en la población para dejar de cumplir con las medidas de protección esencial, que auguró continuarán varios meses.
“Solamente hay una vida, mucho cuidado estos días”, afirmó la consejera de Sanidad, quien insistió en que depende de cada uno que las próximas semanas no sean las “peores” de la pandemia y señaló que cuando se vean calles, comercios o espacios llenos, se eviten las aglomeraciones, porque después se podría contagiar a una persona de riesgo. “El virus hace lo que nosotros le dejamos hacer”, apostilló.
De esta forma, la titular de Sanidad aseguró sentirse "cómoda" con las decisiones tomadas hasta ahora, pese a ser consciente que recibirán críticas tanto si son muy estrictos como poco. De ahí que volviera a solicitar una coordinación a nivel nacional en aspectos "tan importantes", en la línea de lo que se plantea ahora a nivel de la Unión Europea con la mutación del virus en el Reino Unido.
“No tenemos ningún problema en tomar decisiones”, afirmó sobre la hostelería o sobre la decisión de la Junta de restringir la llegada a la Comunidad de allegados, pero no familiares, así como las entradas a las residencias para compartir comidas o cenas con internos.
Verónica Casado defendió que la Junta adopta las decisioens en función de los indicadores de riesgo acordados por el Gobierno y las comunidades, así como a la luz de las cifras y números.