La sanidad española afrontó el covid con 3.900 empleos menos de los que había a comienzos del año, según datos de la Encuesta de Población Activa (ocupados por rama de actividad que recoge la Central Sindical Independiente y de Funcionarios(CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado.
Pese a las 21.600 contrataciones que se realizaron entre abril y junio de este año para hacer frente a la situación de colapso que se vivió en nuestros servicios sanitarios, la ocupación en este sector se situó todavía 3.900 contratos por debajo de los 1.163.600 con los que arrancó 2020.
CSIF considera que estos datos nos deben llevar a la reflexión porque en gran parte explican las debilidades de nuestro sistema a la hora de enfrentarnos a la pandemia del coronavirus, también estos días en los que afrontamos rebrotes en diferentes regiones de España.
Se da la circunstancia también, según la EPA, que nuestras administraciones públicas registran una tasa de temporalidad del 26,8 por ciento (5,7 puntos por encima del sector privado), lo que refleja la precariedad de un ámbito fundamental en la gestión de las prestaciones y servicios que reciben nuestros ciudadanos y por tanto su vulnerabilidad ante este tipo de situaciones.
Por otra parte, CSIF manifiesta su preocupación porque desde que comenzó el año se han registrado dos trimestres consecutivos de destrucción de empleo, con 27.400 puestos de trabajo menos respecto al último período de 2019. Esta situación está relacionada con la paralización y el retraso de las ofertas de empleo público.
CSIF, en todo caso, también lamenta las cifras de paro globales conocidas hoy y la situación de necesidad y de incertidumbre que afrontan miles de familias españolas. De aquí en adelante, debemos de priorizar la protección social, repensar nuestro sistema productivo, fortalecer nuestra industria y volver a crear empleo de calidad y cualificado.