El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, presiden este sábado la XXXI Cumbre Luso-Española en la localidad portuguesa de Guarda, muy cercana a la frontera con España, con el objetivo precisamente de tratar, entre otros asuntos, la llamada "Estrategia de Desarrollo Transfronterizo".
El jefe del Ejecutivo español acudirá a este encuentro acompañado por casi la mitad de su Gobierno, entre los que figuran sus cuatro vicepresidentes Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Nadia Calviño, y Teresa Ribera; y seis ministros: la de Exteriores, Arancha González-Laya; el de Interior, Fernando Grande-Marlaska; el de Transportes, José Luis Ábalos; la de Industria, Reyes Maroto; el de Agricultura, Luis Planas; y la de Política Territorial, Carolina Darias.
La de este sábado será la XXXI cumbre bilateral entre los dos países vecinos y, tal como ya avanzaron ambos jefes de gobierno en una reunión en julio en Lisboa, se centrarán precisamente en abordar el desarrollo de las regiones fronterizas, además de tratar otros asuntos que también preocupan a ambos países, como las conexiones ferroviarias. Hay que apuntar que el equipo de trabajo se reunió en Zamora semanas atrás para definir la estrategia que se presenta este sábado.
En la última cumbre que celebraron, en 2018 en Valladolid, sellaron una "estrategia ibérica" contra la despoblación y firmaron siete acuerdos y declaraciones entre los que se encuentra el refuerzo en materia de Protección Civil, sobre todo en lo que se refiere a la lucha contra los incendios forestales.
En concreto, Sánchez y Costa firmaron entonces un memorando para adoptar una Estrategia común de despoblamiento y envejecimiento, y en cuanto a infraestructuras, el primer ministro portugués aseguró que la cumbre había servido para firmar un compromiso para concretar el desarrollo de la conexión entre Zamora y Braganza, "trascendental".
Dos años después, los Gobiernos de Sánchez y Costa podrán constatar si se han producido avances o no en estas y otras cuestiones que afectan a los dos países, como por ejemplo, las interconexiones energéticas de la Península Ibérica con el resto de Europa en el marco de la lucha contra el cambio climático y de la puesta en marcha de la transición ecológica.
Sánchez y Costa se reúnen y tienen contacto frecuente para concertar posiciones en el ámbito europeo pero este tipo de cumbres, un formato que España tiene solo con unos cuantos países, están concentradas en hacer avanzar la relación bilateral en todos los ámbitos. De hecho, a la anterior, celebrada en Valladolid en noviembre de 2018, asistieron 11 ministros del anterior gobierno de Pedro Sánchez.
Tradicionalmente las cumbres con Portugal son las que congregan un mayor número de participantes, lo que se explica por la cercanía entre los dos países y por lo estrechas que son las relaciones entre los dos países, sin apenas contenciosos debido a la gran coincidencia de intereses geoestratégicos como países de la frontera sur de la UE, iberoamericanos, y miembros de la OTAN.