Zamora vivirá este domingo 17 de enero, San Antonio Abad, una jornada muy diferente a las que lleva viviendo en las últimas décadas.
Tradicionalmente, el día grande para la Cofradía de San Antonio Abad se desarrollaba con una misa matinal en la Iglesia de San Vicente donde se recordaba a los hermanos fallecidos y se imponían las medallas a los nuevos integrantes. Tras este primer acto, la Cofradía continuaba el día con la tradicional procesión que recorría las calles desde la iglesia de San Vicente a las 16.30 horas hasta la iglesia de San Antolín donde se procedía a la bendición de los animales de todos los que acudían a la cita y terminaba con la subasta de productos populares.
Igualmente, también en San Antonio Abad, fieles a la tradición que sus predecesores asentaron mediado el siglo pasado, los miembros de la cofradía del Cencerro deberían salir este domingo a la calle durante la tarde-noche para procesionar por las calles del centro de Zamora y llenar de música y jolgorio algunas de las arterias principales de la ciudad.
A las siete de la tarde, todos los ‘hermanos burros’ de la cofradía del Cencerro se hubieran citado en el local de la Plaza Alemania para comenzar una nueva edición de su tradicional procesión por las calles de Zamora acompañando a su burro ‘Bolinche’.
Pero todo eso tendrá que esperar, al menos hasta el año que viene, por la irrupción del coronavirus y la presencia ya de la tercera ola en la provincia zamorana que está complicando todavía más la situación sanitaria.
Un San Antonio Abad muy diferente en Zamora: sin bendición de animales ni procesión de la ‘burra’
Los principales actos que se celebran cada año en torno a la festividad de San Antonio Abad han quedado suspendidos por la irrupción del coronavirus.
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