Los actos comenzaban ya esta mañana con el acto que se llevaba cabo en la iglesia de San Vicente donde se impusieron las medallas a los nuevos hermanos de la cofradía, así como recordar a los ya fallecido. Ya por la tarde, a las cuatro y media comenzaban la procesión desde San Vidente hasta San Antolín, previo recorrido por el barrio de La Lana.
Una vez en San Antolín el párroco rezaba las pertinentes oraciones y posteriormente comenzaba a bendecir a las decenas de animales que hasta allí habían ido. Perros, gatos, gallos o tortugas se acercaban a recibir el agua bendecida.
Por último, la Cofradía pondrá el broche final con la cena de hermandad con todos los hermanos de la Cofradía en el restaurante París.