El Día Mundial de la Salud Mental, bajo el lema ‘Trabajar sin máscaras. Emplear sin barreras’, se celebra este año y cerca de 800 personas con problemas de salud mental y familiares se reunirán en una marcha a favor de la salud mental. Los participantes exigen la implicación de la sociedad, los empresarios y las instituciones en la mejora del acceso al trabajo y han recordado la necesidad de promover la salud mental en los entornos laborales.
“Para las personas con problemas de salud mental el empleo es terapéutico y permite que se puedan recuperar y vivir de forma autónoma; además de formar parte activa de la sociedad con capacidad para decidir y participar, pero también que se le vea como ciudadano sujeto de derechos y obligaciones, con sus propias circunstancias como cualquier otro, en lugar de como a una persona enferma”, explica Jesús Corrales, presidente de la entidad organizadora, la Federación Salud Mental Castilla y León.
A ello se une que para las personas con problemas de salud mental el empleo se concierte en una de las claves para dejar de depender exclusivamente del apoyo de su familia o de las bajas prestaciones sociales, “y para lograr su proyecto de vida, es decir, para llevar una vida satisfactoria y dotada de sentido”, se reafirma Jesús Corrales.
Otra de las reclamaciones que desde la Federación se elevan en este día conmemorativo tiene que ver con las barreras “invisibles” que existen en torno a esta discapacidad, “y que empiezan por la creencia de que estas personas no pueden trabajar, incluso dentro del propio entorno familiar y que, de una vez por todas debemos hacer desaparecer”, según el presidente regional.
Para conseguir mejorar esta realidad, desde el movimiento asociativo se reivindica a la administración pública que impulse con mayor fuerza políticas que favorezcan la transición desde el empleo protegido al empleo ordinario, además de reclamar que se aumente la inversión en planes de formación y capacitación para el empleo. De la misma forma se solicita que el sistema de compatibilidad entre el trabajo y las pensiones se adecúe a las necesidades y particularidades del colectivo de personas con problemas de salud mental, y que la administración pública ponga en marcha un plan de sensibilización al tejido empresarial ambicioso y efectivo, en colaboración con las entidades representativas del sector.
Por último, desde la Federación Salud Mental Castilla y León se ha recordado la importancia del lugar de trabajo como un entorno clave a la hora de cuidar la salud mental. El coste de los problemas de salud mental asociados al lugar y condiciones de trabajo es muy elevado. Se ha estimado que en Europa el coste directo de los problemas de salud mental es de 240 billones de euros al año, de los cuales 136 corresponden al coste de la productividad reducida, incluyendo el absentismo.
En España, se considera que entre el 11% y el 27% de los problemas de salud mental se puede atribuir a las condiciones de trabajo, y que en 2010 el coste directo de estos trastornos en concreto osciló entre 150 y 372 millones de euros. Estos datos demuestran la importancia de lograr entornos saludables y de crear una cultura empresarial que tenga en cuenta el bienestar de las personas empleadas y la prevención de los problemas de salud mental.
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