“Consideramos un error la reducción de los servicios públicos de autobuses en un momento en que ciudades como Madrid hacen todo lo contrario para evitar el aumento de la contaminación”, señalaban los organizadores de esta manifestación.
“Mucha gente que ya no tienen la posibilidad de usar el autobús para llegar a su trabajo está obligada usar el coche particular e incluso pagar la ORA. Consideramos que debemos luchar todos por estas reivindicaciones para conseguir una red de comunicación de autobuses atractiva y con frecuencias aceptables”, aseguraba el presidente Christoph Strieder.
Una de las que más preocupación mostraba en este sentido era la presidenta de Carrascal, y es que es el barrio más alejado del centro de Zamora. Luisa Argüello teme que el Ayuntamiento elimine en próximas fechas el servicio temporal que ha previsto para Carrascal a las tres de la tarde.