Cientos de zamoranos participan cada año en la denominada de manera coloquial ‘Ruta de Belenes’. Una forma de caminar, principalmente, por las calles del Casco Antiguo a la vez que se disfruta del Misterio de la Navidad y de los edificios que lo albergan.
Así, hay tres belenes que destacan por encima de los demás por sus características y sobre todo por su entorno. En primer lugar, el belén de la Diputación Provincial de Zamora que se encuentra en la Iglesia de la Encarnación, en la Plaza de Viriato. También importante es el que instala el Ayuntamiento de Zamora en el Centro de Interpretación de las Ciudades Medievales, con el río Duero como decorado natural. Y por último, también es uno de los más visitados el que se instala cada año en la Catedral de Zamora.
También se pueden integrar en esta ruta algunos de los belenes montados por diversas cofradías en sus sedes como es el caso del Santo Entierro, Jesús Nazareno (que lo instala en la ‘panera’) o Nuestra Madre.
De un corte más moderno es el que se puede observar en el Museo Etnográfico, mientras que en las últimas horas también abría sus puertas el belén que instala Capitonis Durii en su propia sede (antigua estación de autobuses). A partir de ahí, también están teniendo mucha aceptación los belenes colocados en el bosque de Valorio, el denominado belén ‘Los Herreros’ (La Hiniesta, 115), el de la iglesia San Atilano o el de San Andrés, este último correspondiente a La Saleta.
En definitiva un amplio abanico de opciones para configurar una ruta de belenes extensa y que también puede ayudar a incentivar el turismo en Zamora.
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