La artritis reumatoide es un trastorno autoinmune caracterizado por inflamación que causa dolor e hinchazón y que, aunque se sabe que los factores genéticos juegan un papel importante en su desarrollo, está también muy influenciado por el estilo de vida como, por ejemplo, la dieta.
Así lo ha demostrado también este trabajo, en el que se recuerda que un estudio realizado en 2015 demostró que los pacientes que durante dos meses se alimentaron con una dieta rica en verduras vieron reducido su proceso inflamatorio, en comparación con los que habían tomado dietas más altas en grasas y productos animales.
Asimismo, otros trabajos han evidenciado también que las dietas ricas en grasas y carne procesada se asocian con un aumento de marcadores inflamatorios, incluida la proteína C reactiva (PCR), mientras que las dietas basadas en verduras y con alto contenido en fibra se asociaban a niveles más bajos de dicha proteína.
Pero, también, el consumo continuado de verduras ayuda a reducir el dolor a las personas con artritis reumatoide, como así lo ha mostrado un estudio clínico aleatorizado en el que se analizaron los efectos de una dieta vegana baja en grasa en personas con la enfermedad en estado moderado o grave.
En concreto, en este caso se observó que tras cuatro semanas con esta dieta, los pacientes experimentaban mejoras significativas en la rigidez matutina, en el dolor, en la sensibilidad en las articulaciones y en la inflamación de articulaciones.
MENOR ÍNDICE DE MASA CORPORAL Y MÁS DIVERSIDAD BACTERIANA
Asimismo, en la revisión de estudios se ha incluido otro realizado en el año 2018 en el que se refleja que las dietas ricas en verduras se asocian a un índice de masa corporal más bajo. De hecho, en este trabajo se comprobó que los pacientes con artritis reumatoide que perdieron más de 5 kilos tenían hasta tres veces más de probabilidades de experimentar mejoras que los que perdieron menos peso. "Las dietas basadas en plantas han demostrado ser consistentemente efectivas para perder peso", han dicho los expertos.
Finalmente, de la literatura científica recogida en el nuevo trabajo se desprende también que las dietas ricas en verduras y con un alto contenido en fibra pueden alterar la composición de las bacterias intestinales y, por ende, aumentar la diversidad bacteriana en estos pacientes, los cuales suelen carecer de ella.
"Una dieta basada en plantas compuesta de verduras, granos y legumbres puede ser tremendamente útil para las personas con artritis reumatoide. Este estudio ofrece la esperanza de que con un simple cambio de menú, el dolor en las articulaciones, la hinchazón y otros síntomas dolorosos pueden mejorar o incluso desaparecer", ha zanjado la directora de investigación clínica para el Comité de Médicos por una Medicina Responsable de Estados Unidos, Hana Kahleova.