Renfe no prevé volver a poner en circulación su 'tren hotel' una vez reanude el tráfico ferroviario tras el estado de alarma, lo que podría así suponer la definitiva desaparición de este histórico servicio nocturno.
La operadora descarta recuperar, al menos en el corto plazo, estos trenes, fundamentalmente por criterios económicos, dado el particular impacto que la crisis sanitaria está teniendo en el sector del transporte.
En concreto, Renfe busca amortiguar las pérdidas que espera le cause el parón del servicio que registra desde que se decretó el estado de alarma, con sus consiguientes restricciones a la movilidad, y la previsible "lenta" recuperación de la demanda de viajes que pronostica para los próximos meses.
La compañía ferroviaria registraba una pérdida anual de unos 25 millones de euros por la prestación del servicio de 'tren hotel', a pesar de que en los últimos ya se había venido reduciendo, de forma que actualmente sólo se presta dos conexiones en España y una internacional.
En concreto, los 'trenes hotel' que aún circulaban lo hacían para conectar Madrid con A Coruña, Pontevedra y Ferrol, Barcelona con A Coruña y Vigo.
La única conexión internacional que realizaban estos trenes es la Madrid-Lisboa, toda vez que en 2013 se suprimió la que unía Madrid y Barcelona con París.
Con su 'tren hotel', Renfe ofrecía una "habitación de hotel rodante", para "disfrutar de las comodidades de un hotel, con todas las ventajas de un tren" y "aprovechar la noche para viajar mientras se duerme y despertar el centro de la ciudad de destino".
Estos tres ofrecían tres distintos tipos de camarotes con camas, o bien plazas de sillón, además de cafetería y restauración, y estaba dirigidos tanto a viajes de ocio, como de negocios.
No obstante, dada las pérdidas que este histórico servicio venía acumulando y las nuevas normas de seguridad e higiene que serán precisas, Renfe descarta recuperarlo tras la crisis, al menos en el corto plazo.
Amortiguar las pérdidas por el parón
La compañía, en su plan de vuelta a la normalidad, contempla priorizar la reanudación de aquellos trenes y conexiones que presenten mayor rentabilidad por registrar un alto ratio de ocupación para paliar en lo posible las "pérdidas" que prevé la crisis le genere.
Renfe ya registró el efecto negativo de la crisis en los resultados del primer trimestre del año, a pesar de que el parón se inició en la segunda mitad de marzo.
En concreto, la operadora que preside Isaías Táboas cerró este periodo con un descenso del 17,7% en los ingresos generados por el tráfico de viajeros en sus trenes AVE y Larga Distancia, que se situaron en 274,44 millones de euros, frente a los 333,3 millones de un año antes.
Renfe cerró el trimestre con una caída del 16,9% en el número de viajeros transportados en trenes AVE, que situaron en 4,1 millones, frente a los casi cinco millones de un año antes. Los usuarios del resto de trenes de Larga Distancia se redujeron un 18,7%, hasta 2,12 millones.