Las residencias de Cáritas de Zamora han comenzado esta semana a recibir las primeras visitas de familiares desde la etapa del COVID-19, una puerta que se abre y que devuelve la ilusión a muchas personas. La enfermedad obligó a restringir estos momentos familiares para prevenir contagios y mantener la máxima seguridad posible en las instalaciones, pero con la llegada de la Fase 3 han regresado estos momentos de unión entre familias.
Ahora, siguiendo las medidas higiénicas pertinentes y respetando el distanciamiento social que indican las autoridades sanitarias, los residentes han podido comenzar a encontrarse, de nuevo, con sus familias, ratos de ilusión, conversaciones, recuerdos y sentimientos. Y es que, a pesar de las nuevas condiciones con las que se deben realizar las visitas, no dejan de ser momentos de emoción para ambas partes después de varios meses sin verse y de preocupación por la salud de los suyos.