La red de farmacias centinela nació en septiembre de 2015 con el objetivo de ‘blindar’ la seguridad de los fármacos a través de la detección y registro de todo tipo de problemas vinculados a la medicación.
El éxito en el funcionamiento de esta red ha propiciado que su presencia aumente exponencialmente en Castilla y León, de manera que ahora son un total de 170 las oficinas de farmacia distribuidas por la Comunidad que ejercen la labor de farmacovigilancia. De ellas, 24 se encuentran en la provincia de Salamanca, sólo superada por Valladolid, que suma 30 y León, con 27. Por su parte, Ávila cuenta con 23, Burgos con 19, Palencia con 7 farmacias, Salamanca, Segovia con 8, Soria con 10 y Zamora con 22.
Esta red se amplió este verano y pasó de 100 a 170 establecimientos sanitarios, tal y como se ha detallado en el 21 Congreso Nacional Farmacéutico, que ha reunido a más de 1.400 profesionales del sector en Burgos. Las farmacias de Castilla y León respondían así a la convocatoria del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (CONCYL) para incrementar la red autonómica y reforzar la labor en materia de farmacovigilancia, tanto en la notificación de reacciones adversas y errores de medicación como en los proyectos de investigación desarrollados por la Red.
No en vano, la ampliación permite dotar a la Red de mayor robustez y conseguirá incrementar el número de notificaciones, tanto de manera cuantitativa como cualitativa.