Aprovechando su estancia en la capital debido a las festividades navideñas, Raúl Portales exponía este miércoles en la Fundación Rei Afonso Henriques, a través de su experiencia personal, cómo es y ha sido el día a día de una persona con Síndrome de Asperger.
El evento estaba abierto a todos aquellos interesados en conocer de primera mano el desarrollo, las ventajas y las desventajas que pueden surgir en el día a día de un padre y una persona que conviven con el Trastorno del Espectro Autista (TEA) y era una oportunidad única para que familiares, personas con TEA, profesionales y ciudadanos pudieran realizar preguntas y establecer un diálogo directo con una persona que convive a diario con esta condición.
Zamorano de nacimiento, Raúl fue diagnosticado de TEA (antiguo Síndrome de Asperger) de adulto. Ingeniero en Informática, ha vivido y trabajado en Valladolid, Amsterdam y Dublín, fundado dos empresas y presenta habitualmente en conferencias internacionales. “Es importante explicarles que hay gente como ellos, que son adultos, y que hemos conseguido llevar una vida normal. Hay que insistir en que no se desesperen, que es posible”, explicaba Portales antes de la charla
“La gente con autismo tiene una configuración neurológica distinta, pero son parte de la sociedad normal y ofrecen un punto de vista distinto que puede ser muy valioso para las empresas”, seguía analizando, a la vez que desvelaba las líneas básicas de la conferencia que iba a ofrecer minutos después: “Quiero darles una idea de que se llega a la edad adulta y se puede pasar por los problemas. La comunidad es fantástica porque todo el mundo quiere ayudar a todo el mundo. Se puede tener una vida normal, hasta cierto punto, porque hay casos más severos y casos más livianos porque el espectro es muy amplio”.
Por último, zanjaba su atención a los medios de comunicación espetando: “El autismo tiene un estigma asociado que es muy negativo. La gente con autismo somos gente normal, hasta cierto punto”, finalizaba sonriendo Raúl Portales.