Llegar tarde no es gradable para nadie, ni para el que espera ni para el que se retrasa. De hecho, muchas veces quedamos con una persona media hora antes de la cita oficial porque sabemos que se va a retrasar. Si no conoces a nadie así, es que ese alguien eres tú.
Sin embargo, según explica el diario Heraldo, parece que la ciencia les da la razón a los impuntuales, además de más motivos para seguir siéndolo, pues todo parece indicar que aquellas personas que llegan tarde tienden a vivir durante más años.
A esta conclusión ha llegado un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, donde se detalla que a las personas que llegan tarde se les asocia un mayor índice de optimismo y alegría, dos características que contribuyen a alargar la calidad de vida y, por tanto, aumentan las probabilidades de vivir durante más tiempo.
Estos individuos también tienden a sufrir menos estrés, un factor que puede ser una de las principales causas de enfermedades como el Alzheimer. Por tanto, si estas personas presentan menos niveles de estrés, las posibilidades de sufrir síntomas prematuros de envejecimiento disminuyen.
La conclusión final a este estudio es que cuanto menos nos preocupemos por llegar a tiempo, más felices seremos. Eso sí, esto no quiere decir que debamos convertir el ser impuntuales en una costumbre, ya que puede causar malestar entre las personas que nos estén esperando.
Otros estudios señalan que la impuntualidad también depende de la personalidad. Así lo analiza la revista estadounidense 'Southern Living', para quienes aquellas personas con personalidad del tipo A tienden a percibir cómo el tiempo pasa más deprisa, mientras que para aquellos que pertenecen a la clase B, llos más creativos, el tiempo transcurre más lento.