¿Quién fue Madre Bonifacia?

Bonifacia Rodríguez de Castro nació el 6 de junio de 1837 en Salamanca en el seno de una familia trabajadora. Su padre, que era sastre, falleció cuando ella tenía 15 años, lo que la obligó a trabajar como cordonera para ayudar a la precaria economía familiar. En medio de la pobreza y las duras jornadas de trabajo montó un taller de cordonería y pasamanería.

Su testimonio de vida no pasó desapercibido y una veintena de muchachas salmantinas se unieron a ella, adquiriendo el taller una clara dimensión apostólica y social de prevención de la mujer. Así nació la Asociación de la Inmaculada y San José.

En 1874, junto al jesuita catalán Javier Butinyá, fundó la congregación de las Hijas de San José, con el objetivo de ayudar a la mujer trabajadora. La madre Bonifacia recrea en las casas de la congregación el Taller de Nazaret, en el que se ofrecía trabajo a las pobres que carecían de el, evitando así los peligros que en aquella época suponía para ellas el salir a trabajar fuera de casa.

Su proyecto encontró al poco tiempo la oposición de las nuevas hermanas que iban entrando y del clero diocesano de Salamanca, que pensaban que a lo que tenían que dedicarse era a la enseñanza y no a las mujeres pobres.

Bonifacia, que encarnaba personalmente su proyecto, fue destituida y tuvo que abandonar la casa de Salamanca y marchar a Zamora. A partir de ese momento le hicieron la vida imposible, fue humillada, rechazada y calumniada. Pero ella, sin una palabra de protesta y siempre con humildad, continuó con su labor, creando una nueva casa en Zamora, donde murió el 8 de agosto de 1905, siendo enterrada en el Cementerio “San Atilano” de la capital. Sus restos fueron trasladados en 1945 a Salamanca donde reposan, desde 1949, en un mausoleo construido en la capilla del Colegio de la Casa Generalicia de las Siervas de San José.

La Madre Bonifacia, como se la conoce en Zamora, fue beatificada por Juan Pablo II en Roma el 9 de noviembre de 2003, y canonizada por Benedicto XVI en la ciudad eterna el 23 de octubre de 2011.

El obispo de Zamora tuvo ocasión de mostrar en un artículo en L’Osservatore Romano, con motivo de su canonización, la trayectoria vital que llevó a la Madre Bonifacia de Salamanca a Zamora, donde hizo real su carisma fundacional: “vivir fraternalmente la oración y el trabajo, y acoger a las niñas y jóvenes sin trabajo, atendiéndolas con solicitud materna y educándolas para la vida de fe y laboriosidad, a través del Colegio de las Desamparadas”.

Actualmente, se encuentran en Zamora dos comunidades de las Siervas de San José: el Centro educativo concertado “Divina Providencia” situado en la Calle de la Reina, 9, en el mismo emplazamiento en el que la Madre Bonifacia tuvo su casa taller, y el Colegio “San José”, ubicado en la Avenida de Requejo, 5.

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