Este viernes, 28 de junio, ha tenido lugar la revisión de exámenes de las pruebas de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) del distrito de la Universidad de Salamanca. Concretamente, y según ha informado el Estudio salmantino a este periódico, en esta ocasión se han solicitado 703 solicitudes de revisión, una cifra similar a la del año pasado.
Dos de las asignaturas donde más se ha reclamado han sido Historia de España y Química, ya que entre ambas han acumulado 282 solicitudes de revisión, tal y como ha podido conocer este medio.
Precisamente, se trata de dos de las asignaturas que más polémica han generado por sus correcciones. Este periódico ha charlado con uno de los alumnos que ha solicitado revisión de ambos exámenes puesto que consideraba que su nota era “demasiado baja” y lo achacaba a que ha primado el criterio subjetivo de los profesores antes que a una objetividad general.
De hecho, ha valorado que una vez más se demuestra la problemática que se da al no existir una EBAU única en toda España, puesto que cada comunidad tiene su examen y, dentro de cada región, cada distrito corrige las pruebas, por lo que incluso dentro de los propios territorios regionales “las medias cambian”.
En su caso, ha centrado las quejas en Historia y Química porque consideraba que en el distrito de Salamanca (Salamanca, Ávila y Zamora) estaban “corregidas muy a la baja”, lo que supone una desventaja a la hora de competir contra alumnos de toda España, y también ha incidido en que muchos de los alumnos y alumnas que acudieron este viernes a la revisión de las pruebas volvían a estar sorprendidas con su nota.
Y es que la lista de segundas correcciones es público y todo el mundo puede verlas. Si se pide solicitud de corrección, según señala este estudiante, es “porque crees que has sacado buena nota y vas a subir la media y a aprobar, no a suspender como ha ocurrido en muchos de los casos”, y ha ejemplificado que la media de notas en Química da por debajo del 5.
Es más, de las 137 correcciones que se han dado en esta materia, sólo en 47 (el 34%) se ha subido la nota, mientras que ha habido casos en los que incluso se ha bajado “según el criterio del nuevo corrector”. Igualmente, ha valorado que en el 14% de los exámenes las correcciones variaban más de 0,8 puntos, una diferencia notable en una asignatura “muy objetiva y con los criterios cerrados”, llegando incluso algún examen a encontrar 1,9 puntos de diferencia, algo más que significativo.
Poniendo su examen como ejemplo, a este alumno le han señalado en un ejercicio que explicase un apartado que no venía recogido en la pregunta, motivo por el que no lo hizo “porque lo sé hacer y, si me lo hubiesen pedido, lo habría puesto”. Otro caso ha sido el de una compañera suya al que le han solicitado una gráfica que tampoco era requisito del examen y por cuya falta le han bajado la nota sustancialmente.
De la misma manera, le ha parecido curioso que de las 145 personas que han reclamado en Historia de España, el 68% tiene la misma nota “con las centésimas iguales”, lo que puede denotar “o que no se han leído el examen o que no han querido corregir a su compañero”.
Por ello, cree que salvo que sean asignaturas exactas como las matemáticas o que las pruebas fuesen tipo test, las correcciones de los exámenes siempre serán inexactas entre alumnos porque, además, son varios profesores los que corrigen en cada distrito “y cada uno tiene su criterio”.
Pero el problema no es sólo ese, sino que cuando se pide una segunda corrección, aunque te suban la nota del examen, no es tu nota final, “sino que te hacen media de las dos calificaciones”. Es decir, “admiten que se han equivocado pero no te suben la nota lo que te corresponde”, lo que puede lastrar la media.
Buen ejemplo de ello es el caso de este estudiante, que prefiere mantenerse en el anonimato por el momento. Él quiere entrar en el Grado en Medicina y tiene una nota media de 12,3 puntos, mientras que el año pasado la nota de corte se quedó en 12,6 y luego fue bajando.
Al no subirse la media, cree que se verá perjudicado frente a gente de Extremadura, Andalucía o Canarias “que tienen menos nivel y llegan con una nota más alta”. Así, lamenta que, como le ocurre a mucha gente, tendrá que comenzar la carrera en otra universidad, probablemente privada, y esperar a que gente vaya abandonando los estudios para que le acepten el traslado de expediente al quedar plazas vacantes.
Su única opción ahora es poner un recurso ante el Tribunal Contencioso-Administrativo del Tribunal de Justicia de Castilla y León, que tardaría en resolverlo un plazo estimado de dos meses “cuando las listas están cerradas y ya no se puede hacer nada, por lo que da igual que te suban la nota”.
Este alumno lamenta así lo ocurrido por las correcciones e insiste en que “es injusto que gente de Canarias o Extremadura entren en la carrera teniendo menos nivel y luego tenga que esperar a que abandonen la carrera para poder entrar yo”, y reclama una EBAU única para que esto no vuelva a suceder.