La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva más de medio siglo utilizando radares para combatir el exceso de velocidad, una de las principales causas de mortalidad en las carreteras españolas. Este esfuerzo, iniciado en 1968 con la instalación de los primeros dispositivos, ha transformado la seguridad vial en el país.
Actualmente, España cuenta con más de 2.000 radares, entre fijos y de tramo, distribuidos por todo el territorio. Estas herramientas no solo detectan infracciones, sino que buscan disuadir a los conductores de superar los límites de velocidad. Para reforzar esta estrategia, el Ministerio del Interior ha anunciado la instalación de 88 nuevos radares de tramo en 2024 y 160 radares fijos más en los próximos tres años.
Un octubre marcado por menos víctimas, pero cifras preocupantes
Aunque las medidas han contribuido a reducir los siniestros, las estadísticas aún son alarmantes. Este octubre, el mes con menos fallecidos desde 2011, se registraron 88 víctimas mortales. En lo que va de año, 971 personas han perdido la vida en accidentes viales, 23 más que en el mismo periodo de 2022.
¿Pueden los radares multar en ambos sentidos?
Una de las dudas más comunes entre los conductores es si los radares pueden sancionar en ambas direcciones. Según la DGT, los radares fijos solo multan "por detrás", es decir, cuando el vehículo ha pasado el dispositivo. Esto los hace incapaces de captar infracciones en ambos sentidos de la vía.
Sin embargo, los radares móviles sí pueden multar "de cara", lo que implica que estos dispositivos pueden sancionar independientemente de la dirección del vehículo.
El sistema de control de velocidad, activado únicamente cuando se supera el límite permitido, registra una fotografía que llega a la DGT para tramitar la denuncia correspondiente.
Con la incorporación de nuevos radares y un enfoque constante en la prevención, España busca seguir avanzando en la lucha por reducir las muertes en carretera, aunque queda mucho por hacer.