En ese instante, la procesión se detiene para el tradicional Sermón del Encuentro y, acto seguido, empieza el Vía Crucis, que discurre por la Plaza Mayor, las calles San Bernardo, La Cárcel, Costanilla y Peña Letrero, la avenida de Galicia, la calle Revuelta de Peporro y, de nuevo, la Plaza Mayor.
Después de los Oficios del Viernes Santo, celebrados en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Azogue, tuvo lugar el Descendimiento de la Cruz, la Procesión del Santo Entierro. Varios cofrades bajan al Cristo y lo introducen en la urna y se inicia la procesión, con la compañía de San Juanico y de la Soledad. Desde la Plaza Mayor, la comotiva recorre las calles San Bernardo, La Cárcel y Costanilla, pasando también por la plaza Arrabal, de nuevo, la Costanilla, la calle de la Rúa y finalizar en la Plaza Mayor.
A las once de la noche de ayer, las Damas de La Soledad, ataviadas con mantilla española y túnica, acompañaron a la luz de las velas a la Virgen y a San Juanico, antes de terminar la procesión con el canto de la Salve Dolorosa.