El Museo Arqueológico acogía durante esta semana una nueva edición del Congreso Internacional de Educación Patrimonial. Un evento organizado por el Instituto del Patrimonio Cultural en España, la Universidad de Valladolid y la Universidad del País Vasco. En esta ocasión la organización apostó por proyectos internacional de educación patrimonial, dando especial relevancia a los enfoques comunitarios.
El congreso contó con aportaciones de agentes educativos, sociales, museísticos y de las administraciones que reflexionaron sobre una educación patrimonial globalizada. Además, el primer día se celebraba la I Jornada Europea de Educación y Patrimonio, aprovechando la celebración del año europeo del Patrimonio Cultural y donde representantes del Consejo y de la Comisión Europea, así como del programa Europa Creativa, ofrecieron sus líneas de trabajo en torno al patrimonio como recurso, su gestión, los roles de los jóvenes con el patrimonio y el impulso de la financiación de proyectos en los que el patrimonio cultural son los protagonistas.
Dentro de este marco, el jueves por la tarde, en las salas Foyer-Auditorio, presentaban su proyecto los zamoranos David Barba, Beatriz Barrio, Elena Fernández e Isabel González, ‘No pintan nada’. Un proyecto de educación patrimonial en el casco histórico de Zamora que consiste en impartir charlas en los centros educativos para concienciar a los jóvenes sobre el daño irreparable que suponen los actos vandálicos que se producen sobre el patrimonio.
El proyecto promulga dos talleres en el aula “intentando sacar el valor que tienen los edificios y la manera que tenemos de conservarlo” tal y como explica Bea Barrio. Además, tras estos dos talleres, llega una visita guiada por el casco histórico, observando cómo el vandalismo ha estropeado parte del patrimonio. Para acabar un arquitecto, un grafitero profesional y un policía municipal debaten junto a los alumnos sobre qué es vandalismo y qué es arte urbano.