Por ello, el Proyecto LIBERA ha puesto en marcha la campaña 'La Criatura' junto con el informe 'Tirando de la cadena de la higiene personal: la naturaleza como retrete'. Según datos de la Asociación Española de Abastecimiento de Aguas y Saneamientos (AEAS), y que recoge LIBERA, los españoles consumen más de quince kilos de toallitas húmedas por persona al año y la mayoría de estas son desechadas por el retrete, lo que genera un "gran impacto" en la naturaleza.
Algo similar ocurre con productos utilizados en el cuarto de baño como algodón, bastoncillos, lentillas, productos de higiene femenina o preservativos. Estos productos, recalca el Proyecto LIBERA, no suelen ser biodegradables porque están compuestos por diferentes polímeros plásticos. De acuerdo con la Women's Enviromental Network, el 90 por ciento de una compresa y el seis por ciento de un tampón es plástico y contribuyen a provocar la muerte a más de un millón de aves marinas y alrededor de 100.000 mamíferos cada año.
La pandemia de la COVID-19 ha obligado a utilizar mascarillas por lo que el Proyecto LIBERA insiste en que no son reutilizables y pide "actuar con responsabilidad ante estos nuevos residuos para que no terminen contaminando suelos urbanos, ríos o playas" y sean depositados en el contenedor gris.