Juan Luis Martín, deán de la Catedral de Zamora; acompañado por José Ángel Rivera, canónigo responsable de Patrimonio; Claudio Pedrero, arquitecto de la obra; Cristoph Strieder, concejal de Turismo del Ayuntamiento de Zamora, y Cipriano García, director de Caja Rural de Zamora, han abordado el estado actual del proyecto de la cubierta de la Catedral, autorizado con sus respectivas modificaciones desde este 1 de agosto y que pretende ser una realidad a finales de 2025.
Un proceso que lleva abierto cuatro años, desde aquella solicitud a principios de abril del 2020 hasta la autorización con modificaciones de este primero de agosto, pasando por la entrega del proyecto, este 6 de agosto, en aras a acatar las indicaciones que ordene Patrimonio para su consecución.
Claudio Pedrero, arquitecto de la obra, explicó un proyecto que consiste en adaptar las cubiertas a las visitas con el famoso elevador: “Se va a modificar el acceso a los recorridos y se entrará por un hueco ya existente de los patios”, explicó sobre unas obras cuyo recorrido se facilitará también para personas con problemas de movilidad.
La idea es que cada visita cuente con 60 personas, que podrán ver la cubierta norte, así como el cimborrio de esta iglesia románica, y la idea es que, una vez aprobado el proyecto, se licite y esté terminado en nueve meses, ya para 2025, lo que hará imposible, según Pedrero, su presencia para las Edades del Hombre.
Una inversión de más de 700.000 euros, concretamente de 765.000 euros, donde el Cabildo aportará 120.000, así como 300.000 el Ayuntamiento de Zamora, entre otras aportaciones, y en la que ya se piensa en complementos como un centro de interpretación, que iría en el primer cuerpo; así como referencias al paisaje desde arriba en el segundo y la explicación del toque de campanas en el último.
En definitiva, una obra que tratará de ser un atractivo más en la capital: “Nos están pidiendo atracciones y asegurar la permanencia en los templos de estos visitantes, y una posibilidad es subir a esta cubierta. Va a ser un importante atractivo y es fundamental para el desarrollo económico de la ciudad”, concluyó Strieder.