Las reuniones sociales que se producen con motivo de la Navidad preocupan a todas las instituciones que están enfrentándose a la gestión de la pandemia de la COVID-19. Y es que, por desgracia, esos encuentros son el lugar propicio para que la enfermedad continúe su expansión.
Para evitar un aumento de casos similar al que vivió Estados Unidos tras el Día de Acción de Gracias, se han impuesto diversas restricciones de movilidad y de aforo de reuniones y así tratar de contener al coronavirus. Algo que, eso sí, se ha visto que es casi misión imposible.
Además de limitar las reuniones a 10 personas y fijar el toque de queda a las 01:30 horas, desde la Junta se ha recomendado una manera peculiar de cenar en Nochebuena y que sirve para cualquier otra comida. En concreto, fue Verónica Casado, consejera de Sanidad, la que ha indicado que lo más recomendable es cenar de manera alterna en la mesa sin enfrentar comensales.
La propia Casado reconocía que, para poder organizar la mesa de dicha forma, se necesita espacio, algo que no todas las familias tienen. Pero si se junta en la misma reunión más de una unidad de convivencia, es la manera más recomendable para evitar la dispersión directa del virus. Asimismo, lo recomendable es mantener la estancia donde nos encontremos ventilada.
Por otra parte, la consejera de Sanidad ha pedido a todas aquellas personas que tengan síntomas, por leves que sean, que no acudan a dichas reuniones sociales, ya que pueden poner en riesgo a sus seres queridos y allegados.
La propuesta de Casado para las cenas de Nochebuena: alternos y sin enfrentar comensales
La consejera de Sanidad de la Junta ha pedido a todos aquellos síntomas que se queden aislados.
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