Los precios del alquiler de las principales capitales españolas se han incrementado en el último año, generando una descompensación entre lo que son capaces de pagar los inquilinos y las rentas que exigen los propietarios. Según el portal inmobiliario www.pisos.com, la situación es especialmente delicada para quienes buscan piso en alquiler en Madrid, Barcelona, Donostia-San Sebastián, Palma de Mallorca y Valencia, donde la brecha supera el 40%.
Mientras que las mensualidades han subido en todas estas capitales, el presupuesto de los inquilinos se ha mantenido, e incluso ha bajado en Barcelona, donde los inquilinos han contado con 100 euros menos, de media, para pagar el alquiler, pasando de 950 euros en 2017 a 850 euros en 2018.
Para Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, “es una realidad que el presupuesto de los inquilinos de las principales capitales españolas no ha crecido en el último año, al igual que no lo han hecho los salarios. En cambio, las mensualidades de alquiler no han parado de subir, lo que pone en serias dificultades el acceso a la vivienda de muchas familias”. En este sentido, el experto considera que una de las variables que ha descompensado la balanza es el alquiler turístico: “En estas ciudades el alquiler turístico es especialmente rentable. Los propietarios son conscientes de ello y tratan de sacar el máximo beneficio posible. Esto reduce y encarece la oferta residencial disponible”.
Se trata de una realidad que en Zamora no se está dando. De esta forma, en Zamora capital, la diferencia entre lo que pide el arrendador y el presupuesto del arrendatario apenas supera el 6 por ciento en 2018. Los propietarios pidieron de media en los alquileres 372 euros y la demanda rondaba los 350 euros. Una situación similar en la provincia en general, donde los propietarios valoraban sus alquileres en los 286 euros y el presupuesto de los alquilados no superaba los 250 euros.