“Lo vuelvo a reiterar. Nosotros estamos preparados para cualquier contingencia. Pero las aulas son espacios seguros”. Así de contundente ha vuelto a mostrarse el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, al hacer referencia sobre la situación epidemiológica actual de la ciudad de Salamanca así como del resto de municipios que albergan campus del Estudio salmantino.
El rector, quien compareció en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno del mes de octubre acompañado de la vicerrectora de Ciencias de la Salud y responsable del Sistema de Vigilancia Epidemiológica COVID-19 (SiViUsal), Purificación Galindo, recalcó que desde la USAL quieren seguir contribuyendo a la protección de la salud además de añadir calidad a la enseñanza superior.
Rivero destacó que los estudiantes -al menos la gran mayoría-, a través de sus delegaciones y asociaciones, han manifestado que quieren continuar con el modelo de presencialidad segura o semipresencialidad, algo a lo que la USAL está dispuesta pese a que supone redoblar los esfuerzos de los responsables, tanto del PDI como del PAS.
Es decir, que se mantendrán las clases presenciales “siempre que las circunstancias lo permitan”. Y es que el riesgo de contagio en las aulas es mínimo, tal y como ha demostrado el sistema de trazabilidad del SiViUsal entre los estudiantes que dieron positivo en COVID-19, puesto que han logrado averiguar que los contagios “se producen siempre fuera del sistema educativo, en la vida social”.
Asimismo, destacó que el PDI quiere seguir apostando por el modelo actual, porque “muchos profesores sentirían que les falta algo si no pueden compartir momentos con sus estudiantes en el aula” y que podrían llegar a desarrollar un “trauma importante” si están un año entero sin impartir docencia presencial.
Igualmente, agradeció a las asociaciones y delegaciones de estudiantes, así como a muchos alumnos en particular, que estén creando consciencia entre aquellos que no están cumpliendo estrictamente las medidas de seguridad y sanitarias.
De suspenderse las clases presenciales, sería algo “provisional y temporal”
Pese a mostrar su voluntad, el rector de la USAL reconoció que “todo está preparado” para, en cualquier momento, cambiar a un modelo no presencial u online. Una situación que, en todo caso, sería “temporal y provisional” y que se aplicaría si las autoridades así lo considerasen oportuno y con el objetivo de no colapsar el sistema sanitario, especialmente el hospitalario.
Sin embargo, hay que puntualizar que los contagios que se han producido en la Universidad de Salamanca no han contribuido al principio de colapso hospitalario que se vive en la provincia actualmente. Desde que se inició el curso -1 de octubre de manera oficial, si bien alguna titulación lo hicieron antes-, un total de 500 estudiantes han dado positivo en COVID-19, de los que 273 siguen siendo casos activos.
Ninguno de ellos ha tenido que acudir al hospital puesto que no ha enfermado gravemente, si bien “algún susto sí que nos hemos llevado”, admitían tanto Rivero como Galindo, señalando que un estudiante de un colegio mayor acudió a las Urgencias del Clínico pensando que podría estar enfermo grave de COVID-19 “y resultó ser un fuerte ataque de ansiedad”.
Ligeramente mejor en cuanto a número de contagios son los datos del PDI y PAS, puesto que de toda la plantilla de la USAL, apenas 18 han resultado positivos, siendo 9 los casos activos actualmente. No obstante, un miembro del PDI sí que se encuentra hospitalizado, pero “porque particularmente se encontraba muy expuesto” y su caso no tiene relación con la práctica universitaria. Para esta persona, tanto el rector como la vicerrectora le desearon una pronta recuperación.
Tendencia “decreciente” después de una semana “crítica”
Rivero también se congratuló porque “cada día haya menos positivos entre los estudiantes”, siguiendo así la USAL una tendencia decreciente, especialmente en sus colegios mayores, que fueron el principal foco del problema la semana pasada -especialmente, el CM Oviedo y el CM Fray Luis de León-.
Se ha pasado así a un momento de tranquilidad después de una semana que el rector calificó de “crítica” y que alertó notablemente a los responsables universitarios, ya que las cifras fueron “alarmantes”. Ricardo Rivero consideró que estos datos pudieron darse porque muchos se contagiaron “al venir y desarrollar una vida social muy intensa”. Contagios, eso sí, que se dieron en “actos lícitos y que en ese momento no estaban prohibidos”, como reuniones de más de seis personas.
Pese a esta normalización de la situación, el rector mostró su preocupación por la situación general y apuntó que tanto él como la vicerrectora de Ciencias de la Salud, así como el resto de responsables de la USAL, viven en “un estado de alerta constante” para asegurar que todo marcha correctamente y que la Universidad no contribuye a empeorar la situación, ya grave de por sí.
Por último, el rector hizo un llamamiento a todos los jóvenes, pidiéndoles que sean responsables y que traten de mantenerse en casa los próximos días, manteniendo el mínimo contacto con todos aquellos con los que no sean conviviente y, en ese caso, guardando siempre las medidas sanitarias y de seguridad.