La federación, que engloba a 20 sociedades de toda España y tiene más de 6.000 socios y socias, elaboró el año pasado un informe sobre el uso de la calculadora en las pruebas de evaluación para el acceso a la universidad que tuvo el apoyo por el Comité Español de Matemáticas.
"Dicho informe se les remitió en su día a los rectores y también a los coordinadores de las pruebas pero nunca se obtuvo una respuesta", asegura la federación de profesores de matemáticas, que considera la calculadora "una herramienta que acompaña al estudiante en toda su etapa educativa" y "que no se puede prohibir".
"En nuestra opinión, resulta contradictorio y supone un grave perjuicio para el profesorado y el alumnado impedirles la utilización y el aprovechamiento de las posibilidades que ofrecen las calculadora, que ayudan a la mejor comprensión de conceptos y a la resolución de problemas complejos evitando así cálculos tediosos y repetitivos que sólo les hacen perder tiempo", añade la federación.
La FESPM señala además que la restricción española difiera de otros países de la Unión Europea, donde las calculadoras gráficas se usan en exámenes finales, incluso se considera una competencia evaluable saber utilizarlas. "En Portugal y Francia la calculadora gráfica se utiliza desde hace más de 10 años y en el currículum se exige saber su funcionamiento. En ambos países, en las pruebas de acceso a la universidad, es imprescindible para resolver parte del examen planteado", asegura.
"Podemos decidir si queremos avanzar para mejorar la calidad de la enseñanza de las matemáticas o si preferimos permanecer anclados en el pasado con una escuela obsoleta y anacrónica, que prepara a su alumnado para que sea capaz de superar una prueba que no ha variado en 40 años, ni en su contenido ni en el uso de las herramientas tecnológicas", critica la FESPM, que considera la actual selectividad "no evalúa la competencia matemática que la sociedad del siglo XXI requiere".