“Cambios significativos, más allá de las fechas, hay poca cosa”. Así de tajante se muestran dese el sector CSI-F Enseñanza quienes detallan estas variaciones que, a su parecer, tienen alguna reseña destacable.
Una es que se otorgará validez indefinida a la superación de la EBAU. Es decir, que una vez que se aprueben la prueba general, esa nota estará ahí para siempre por si se quiere hacer uso de ella en el futuro, algo que ya pasaba con la PAU. “Una cuestión que no venía reflejado en la anterior programación y que dará un poco de seguridad a los alumnos”, detallan, si bien creen que “no es que no tuvieran intención de hacerlo”, sino que no se había realizado por un defecto de forma.
El otro cambio es la posibilidad de presentarse en sucesivas convocatorias para intentar subir la nota y dando la posibilidad de elegir cualquier prueba de manera muy concreta. Pero, en definitiva, “muy poco cambio respecto a lo del año anterior”, reconocen desde CSI-F Enseñanza. Y es que la gran novedad de la EBAU de este año y “lo que más se va a notar” es el adelanto de fechas. “Un cambio muy fuerte, que hace el curso más corto, cuando ya lo es de por sí”.
Un cambio que, si bien afecta principalmente a los alumnos, también repercutirá en los profesores, que “andamos muy apurados para dar todo el temario”, y es que “que te quiten una o dos semanas, cuando vas muy justo, se nota mucho”.
Serán fechas muy complicadas en cuanto a nivel de profesorado
Además, la segunda convocatoria tanto del curso como de la EBAU serán “fechas complicadas a nivel de profesorado”, ya que las oposiciones para profesor de Secundaria están fijadas para el 23 de junio, es decir, justo entre la primera convocatoria de las pruebas de acceso a la universidad (entre el 5 y el 7 de junio) y la segunda (entre el 4 y 6 de julio), por lo que habrá muchos docentes que tengan que abandonar su puesto para examinarse, dificultando así el trabajo con los alumnos.
Y remarcan que desde el sindicato no tienen queja de que al profesorado se le haga trabajar más, sino que ese trabajo que tiene habitualmente “está más condensado”, por lo que la gestión va a “ser complicada a nivel de fechas”.
Porque como bien recuerdan desde CSI-F Enseñanza, en los últimos años sí se ha incrementado la carga de gestión del profesorado, como puede ser la inclusión del ‘Plan Releo+’, que otorga becas de libros “y que gestionan los profesores en los meses de junio y julio”, por lo que estos meses darán lugar a “fechas muy apretadas”.
“Reivindicamos que la EBAU se mantuviera en septiembre, pero no se concedió por las universidades, que quieren tener cerradas sus matrículas”
Desde este sindicato prosiguen reconociendo que un alumno que ha suspendido un gran número de asignaturas, como pueden ser cinco, “no suele recuperarlas tampoco en septiembre”, y que el porcentaje de excepciones “no es muy alto”.
Sin embargo, “uno que ande con dos o tres, va a estar muy apurado” con este adelanto, creen. Y, ante el argumento de que tiene el temario reciente y las “asignaturas están frescas” es claro y conciso, porque “si las acaba de suspender, ¿qué frescor tendrá?”. “Ninguno”, aseguran, excepto que haya sido “por un resbalón o mala suerte”. Así, alguien que suspenda algunas asignaturas, “si iba a intentar aprobarlas, no va a tener mucho tiempo”, lamentan.
Los sindicatos de profesores no se quedaron quietos cuando comenzaron a filtrarse las fechas, ya que entre sus reclamaciones se encontraban “reducir la carga del mes de junio y aplicar medidas que fueran a favorecer a los alumnos”. Pero fueron las universidades quienes “por querer tener cerradas sus matrículas y empezar en septiembre, han hecho un apretón”.
Un apretón que ahogará tanto a alumnos como a profesores, quienes pusieron las reivindicaciones encima de la mesa. “Queríamos la EBAU en septiembre, pero no se concedió. Se intentó, pero no se consiguió”, reconocn.
Se sigue sin lograr una prueba única a nivel nacional
Otra de las grandes reivindicaciones que han hecho los profesores, y quizá la más fuerte, es la de que la EBAU sea una prueba única a nivel nacional y que no dependa de las comunidades autónomas. Como detallan desde CSIF, Castilla y León se encuentra “entre las dos o tres mejores regiones de España”, como han demostrado varios estudios a nivel nacional y el Informe PISA.
Pero el estar entre los mejores no sirve de nada, ya que “resulta que nuestros alumnos, a la hora de entrar en titulaciones más altas, no se ven favorecidos” puesto que otras comunidades, con niveles más bajos, realizan pruebas que tienen la misma validez pero con menor nivel, lo que resulta en notas más altas. “Nuestros estudiantes salen perjudicados”, remarcan desde CSI-F Enseñanza, que creen que la única solución es establecer esa prueba a nivel estatal.
Los alumnos van preparados a la EBAU, más de lo que creen
Por último, desde el sindicato recuerdan que “siempre dicen lo mismo a los alumnos, que van preparados, porque el trabajo lo van haciendo a lo largo de todo el año, y van más preparados de lo que creen”.
Además, aseguran que nunca se aprueba a un alumno “si no tiene la suficiente formación en una asignatura”, por lo que siempre afrontan la EBAU “con la correcta formación en ese sentido” ya que “el curso no se aprueba por casualidad”.
También aconsejaba que los días anteriores a las pruebas “den un repasito” y que no duden en pedir ayuda a los profesores, que tratarán de “acotarles un poquitín”. Y recalcan que “a partir de ahí, que se relajen, que están más preparados de lo que creen, y los suspensos, más allá de alguien que llegue muy justo, están más influidos por los nervios que por otras causas”.